El 2006 coincidió con el año chino del perro y por ese motivo, Anshuman Vohra decidió llamar a su ginebra Bulldog. Al nombre le acompañaron una estética fuerte e impactante y una bebida exótica y llena de matices, que han conseguido posicionarla como una de las ginebras más consumidas y demandadas tan solo siete años después.
La personalidad de Bulldog se puede resumir en sensaciones: la valentía, el espíritu emprendedor, la creatividad y el inconformismo. Cada botella lleva dentro la humedad de los días de lluvia en Londres, la pureza inglesa –país donde nació esta bebida- y 14 botánicos traídos de 9 países diferentes, tan aromáticos como el regaliz, la lavanda, las hojas de loto, el enebro, el limón y tan exóticos como el ojo de dragón y la amapola.
Todos estos ingredientes mezclados dan como resultado un destilado perfecto para combinar con tónica y regaliz o para convertirlo en el protagonista de un sugerente cóctel. La propia marca recomienda probar tres exclusivas recetas: Bulldog Passion, Bulldog Origins y Bulldog Botanics, que tiñen la copa de tres colores primarios e intensos, el azul, el verde y el rojo.
A simple vista, Bulldog impacta por su apariencia dura, opaca y con un collar de perro que hace de la botella un objeto inconfundible. Pero, una vez servida y probada, sorprende por su transparencia, su sabor desenfadado y su precio asequible –cada botella cuesta 24 euros-.
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