Aromas, colores, sabores. Degustar un buen vino implica todo un ritual. Un universo de sensaciones, recuerdos, sueños, ilusiones y tradiciones familiares que se destapan al abrir la botella, convirtiéndose en un auténtico placer para los sentidos.
Al descorchar el nuevo Balma 2008 descubrimos los recuerdos de la familia Mas Bertran: paisajes de la infancia, felices veranos entre viñas, tesoros imaginarios escondidos en una pequeña cueva, septiembres cálidos y uvas doradas a punto de vendimia. Los aromas y tonos del Penedés se condensan en las sutiles burbujas de este espumoso color amarillo pálido; una combinación perfecta entre la dulzura de uva xarel.lo, la acidez de la macabeo y la delicadeza de la parellada.
Al principio, su sabor intenso y aromático nos recuerda la piel de los cítricos y el pan recién horneado para dejar paso después al gusto fresco de los melocotones de viña, el membrillo y la piña poco madura. El buen desprendimiento de carbónico provoca una suave fusión dejando en la boca un sabor meloso y afrutado, perfecto para acompañar aperitivos, entrantes, arroces, pescados o carnes blancas. Sin duda, el Balma Reserva Brut Nature 2008, es el espumoso perfecto para ocasiones únicas y dejarse llevar soñando con un mundo de burbujas.