El arte nos rodea, nos envuelve, nos abraza... y toma forma en aquello que hacemos con pasión, en todo lo que nos sale del alma, el corazón y las manos. Por eso el arte es pura artesanía y la artesanía, puro arte.
En ese concepto tradicional y a la vez innovador del arte cifra Alhambra Reserva 1925 su identidad, y es que la conocida firma cervecera -hoy integrada en el grupo Mahou San Miguel- viajó a su origen a través de su historia recuperando los modos tradicionales y artesanales de hacer cerveza. El resultado de aquel viaje es Alhambra Reserva 1925, una cerveza suave y fresca, de sabor profundo e intenso.
En Alhambra han dado luz al arte de la artesanía, al suyo propio, y ahora van más allá, iluminando el arte ajeno basado en el mismo buenhacer tradicional. Es su nueva campaña y en su nombre lleva su claim: Arte por descubrir.
Arte como el de Diego Rodríguez, Maestro Soplador de la Real Fábrica de Cristales de La Granja o Amalia Ramírez, de Guitarras Ramírez, sexta generación de constructores de guitarras; y también arte gastronómico como el de los maestros queseros, quienes componen un mundo de sabores y texturas que nacen de la leche y maridan de forma magistral con Alhambra Reserva 1925, asunto éste descubierto por muchos el pasado día 25 en Madrid...
Fue un evento clandestino que se repetirá en otras ciudades de España y en el que la invitación no dejaba lugar a duda: descubrir el arte de la sabiduría tradicional y artesana; en Madrid el arte musical lo puso Juan Habichuela guitarra en ristre y el gastronómico Poncelet, en forma de degustación de quesos dirigida por un experto maître fromager que guió a los asistentes a través del mundo de sensaciones que el maridaje queso-cerveza regala a la boca.
Habrá más afterworks clandestinos como el celebrado en Madrid... estad atentos a la web de Alambra Reserva 1925 para no perdéroslos.
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