Sólo 1.000 botellas tamaño magnum (o incluso alguna menos) y por algo más de 1.000 libras cada una (algo más de 1.100 euros). Puedes hacerte con una en los míticos almacenes Selfridges y enamorar por la boca a quienes invites a catar contigo tan suntuoso champagne; se sirve no sólo para brindar sino para acompañar bocados tan exclusivos como el propio trago espirituoso de tu copa ¿qué tal con unas ostras? ¿vierias tal vez? ¿y un bocado de sashimi?.
Nada en este champagne es regular, más bien al contrario, todo es superlativo, desde sus notas de cata hasta su soberbia botella y es además exclusivo, no lo encontrarás en cualquier lugar ¿cómo hacerlo con ediciones especiales que apenas alcanzan las 1.000 botellas?.
Blanc de Blancs es un champagne francés 100% uva chardonnay procedente de un lugar muy concreto del territorio Chardonnay, Côte de Blancs, y de la Montagne de Reims, zona famosa por la riqueza de su tierra; ¿y a qué sabe el Blanc de Blancs? te preguntarás: sus primeras notas de cata lo son de tofe y repostería, seguidas por aromas de pera, avellana y un sutil y ligero toque de gingerbread; en paladar descubrimos además toques de guayaba, grosella y melocotón complementados con un punto especiado y un final muy mineral propio de la tierra de la Montagne de Reims.
Un capricho, un regalo, un lujo, un exceso, una locura... esta nueva edición especial de Blanc de Blancs es todo eso pero ¿acaso mereces menos? algo así han debido pensar Jean-Jacques Cattier y su hijo Alexandre, los actuales responsables de un viñedo centenario -lleva en funcionamiento más de 250 años- y de una herencia incomparable: en Armand de Brignac se produce champagne de modo artesanal cuidando la tierra, las uvas y hasta el último detalle de la producción; aquí no hay presión para sacar una botella más o menos, la artesanía y la perfección mandan como manda la exclusividad, exclusividad como la de estas cerca de 1.000 botellas magnum de Blanc de Blancs.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
