Bebidas

50 únicas botellas de un whisky del 63 único

Extra matured Scotch Single Malt de Glenmorangie, del 63.

Ocurren cosas como ésta: un día alguien pasea por una bodega de las Highlands comprobando el estado de las barricas en las que se fermenta el wishky, y revisando el inventario de botellas que aún se conservan en la destilería. Por casualidad se asoma a un rincón escondido y ve allí unas 50 botellas llenas de las que no tiene constancia. Olvidadas en un rincón, las botellas contienen un whisky muy especial envejecido dos años en barricas de Jerez oloroso en 1963.

El estado de las cincuenta botellas, a pesar de los cincuenta años que han pasado por ellas, es espléndido y su contenido único conserva intactos sus sabores suntuosos. Y así es como nace Glenmorangie 1963, un Single Malt Whisky que reedita la producción de aquel año que se vendería ya en 1987 como el primer extra matured Scotch Single Malt. Una edición única y limitada tan sólo a esas 50 botellas, numeradas y grabadas, decantadas en nuevas botellas conmemorativas similares a las que usaba la destilería de los Highlands escoceses en los años 60 para cuyo etiquetado (cuello, tapón y etiqueta) se ha usado plata maciza y que se presenta en un estuche de madera de roble pulido con exterior de metal que evoca una "cápsula del tiempo".

Su precio no podía ser más que el de una edición de coleccionista, 2.000€. El precio de un Whisky exquisito, 'con notas de melocotón, piña y naranja caramelizada empolvada con azúcar moreno y combinadas con nuez moscada, mazapán y nueces' y la garantía de Glenmorangie que desde 1843 destila excepcionales 'whiskis' bajo un lema que no puede gustarnos más "“unnecessarily well made whiskies".

Hay cosas que ocurren porque tienen que ocurrir. Otras, como ésta, simplemente ocurren para hacer feliz a alguien.

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