1906, el año del primer llanto de Aristóteles Onasis, de Samuel Becket, Billy Wilder y Roberto Rosellini, el año de la primera aceleración de motor para Lancia, el de Alberto Santos Dumont como piloto y actor principal del primer vuelo público de un aeroplano, el año del primer corto de animación Humorous phases of funny faces... y el año de la primera Estrella Galicia.
En homejane a esa primera cerveza que se produce en La Coruña de manos e ideas de José María Rivera tras su regreso de México, nace en la década de los 90 una cerveza de autor, casi de culto, con alma de jazz y de soul, ligada a la música en su club y en sus patrocinios, una cerveza de amigos, de calma y de vida... con clase: 1906 reserva especial.
Aroma a malta tostada, Perle Hallertau y Nugget; color ámbar profundo y oscuro; espuma densa y cremosa; espesa en la boca, elegante, con cuerpo... y una vez se termina, encaje de bruselas en el vaso, signo inequívoco de que por él ha pasado una cerveza de calidad.
Y no es que lo digamos nosotros, que también, es que lo ha dicho hace apenas unos días el International Taste & Quality Institute de Bruselas, otorgándole a la cerveza 1906 reserva especial su máxima distinción, el premio al sabor superior representado por tres estrellas doradas que la consolidan como 'cerveza de referencia a nivel internacional' a criterio de los prestigiosos cocineros y sumillers que participan en este evento.
Ya se nos alargan los días, nos acompaña el sol y llega el calor, nos lanzamos al verano, a las calles, las terrazas... y a la cerveza fría, a 5º, a vivir.