Los clásicos se hacen eternos. En las motos pocas son tan singulares como la británica Triumph Bonneville cuyo diseño original ha inspirado tantas otras desde que vió la luz en 1959 cuando Triumph era la Triumph Engineering que fabricaba motos desde 1885 y no la Triumph Motorcicles Ltd que retomaría la marca y a algunos de sus diseños y diseñadores tras el cierre de la original en agosto de 1983.
Y la Bonneville, como la marca, ha sobrevivido al tiempo y a ese éxito que la hizo la moto mítica de los 60, no sólo por su mecánica renovada, también por ese aspecto que tantas otras marcas han tomado por referente. O que han intentado imitar a lo largo de más cinco décadas. Pero de entre todos los intentos que hemos podido apreciar, y más allá del valor que las mismas Triumph Boneville de los 60 tengan para un coleccionistas, ésta pieza, la Triumph Bonneville Scrambler customizada por el taller FCR's de los franceses Sebastien (pintura) y Mathieu (mecánica), se convierte en una de las motos que añadimos a nuestra lista de deseos por muchas razones, pero sobre todo por la delicia de ver la Bonneville convertida en una moto de motocross sin perder su carácter original. Desde la pintura a los acabados y todas las modificaciones, desde el cárter a las llantas o los neumáticos, los reposapiés, la suspensión trasera EMC, los neumáticos Pirelli, el tubo de escape Zard, el manillar LSL, la matrícula trasera con piloto, y las modificaciones de los guardabarros, para que éste clásico se adapte a su rodaje tanto en asfalto como en el barro de la montaña, los terrenos rocosos o los badenes de un rio.
En definitiva no nos queda más que disfrutar con las imágenes mientras soñamos con ella, con ésta, como lo hemos hecho durante años con la original. Aunque si tuviéramos que elegir entre una y otra…
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9