Saroléa SP7. La moto eléctrica belga que quiere conquistar la Isla de Man.

Si buscas Saroléa en Internet, la respuesta mayoritaria que consigues es que ese nombre define una marca de motocicletas de nacionalidad belga que funciona desde la respetable fecha de 1850, aunque comenzara como fábrica de armas y no fuera hasta finales del siglo XIX que su objetivo cambiase por el de producir motocicletas, siendo uno de los primeros fabricantes a nivel mundial. Aunque esa parte de su historia acabó en 1963, en 2008 renació de nuevo, y para seguir produciendo lo mismo, motos, pero con una diferencia, serían eléctricas. Su última propuesta se llama Saroléa SP7, y está dispuesta a conquistar ni más ni menos que la Isla de Man.

Para entendernos, el Tourist Trophy de la Isla de Man es a las motos lo que el tan nombrado Nürburgring es para los coches, el Santo Grial, la leyenda, la carrera mítica que todos los años congrega a los mas puristas entre los puristas. En ese escenario hace ya unos cuantos años que se disputa una categoría de vehículos eléctricos, la TT Zero, donde la victoria supone toda un distinción y un buen empuje publicitario para el fabricante que lo consigue.

Esa distinción y ese empuje es lo que busca la Saroléa SP7 en el próximo intento de la marca belga por alcanzar el podio de la carrera, objetivo que ha tenido a tiro en anteriores ediciones donde han llegado tan cerca como un quinto y un cuarto puesto. La competencia en la TT Zero es altísima, pero a la SP7 no le faltan argumentos.

El chasis monocasco y el basculante de la Saroléa SP7 están fabricados en fibra de carbono para aligerar al máximo el conjunto propulsado por un motor trifásico brushless (es decir, que no utiliza escobillas) alimentado por baterías de ion litio que consigue una potencia de 180 KW (245 CV). Ahí es nada. De 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y 320 km/h de velocidad punta.

Hablando de nuevo de ganar, la SP7 no es la favorita para alzarse con el triunfo, papel reservado para las Victory o las Mugen, pero es muy probable que pueda subir al cajón y seguro que se lo pondrá complicado a cualquiera que quiera ser más rápido. Y viendo la belleza de sus líneas clásicas. seguro que el modelo homologado para carretera que no tardará en desarrollarse será desde que pise el asfalto un triunfador. Y un objeto del deseo. Del nuestro, seguro.

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