Motos

Valtorón La Latina 900. Cafe Racer, pero con churros

Pablo y Carlos Delgado son Valtorón, y hacen cosas tan bellas y personales como la Valtorón La Latina 900, tan suya como nuestra en cuanto la vemos.

Como su propio nombre indica, Valdetorres del Jarama no está a las orillas de ningún río situado en las Islas Británicas, los campos franceses o las tierras alemanas. Tampoco Delgado es un apellido que situaríamos de primeras en esos lugares, ni Pablo y Carlos nombres que nos cuadren con procedencias anglosajonas, francas o germánicas. Por eso La Latina 900, creada en Valdetorres del Jarama por los hermanos Pablo y Carlos Delgado, nos suena a cafe-racer, pero con churros o porras en el bar de al lado.

La Latina 900 es el resultado de combinar las neuronas, los sueños y las manos  de estos dos artistas con una Kawasaki Z900 A4 de 1976. Pablo y Carlos, hijos de artista, comenzaron siendo por separado artesanos pasionales del metal y apasionados de las motos. Cómo suele pasar con las pasiones, ambas se terminaron encontrando en Valtorón, su firma de personalización de motocicletas, de las que salen al año una o dos piezas únicas como La Latina 900.

El sistema de trabajo de los hermanos Delgado siempre es el mismo, trabajando primero en arcilla sobre el chasis desnudo, creando formas de la misma manera que lo harían en el caso de una escultura. Más tarde utilizan ese molde para crear la pieza definitiva en aluminio, que siempre es procedente del reciclado.

De esta manera, el depósito y su tapón, el colín trasero, el tubo de escape, el soporte de los faros y otras cuantas piezas han salido de las artesanales manos de Pablo y Carlos. Es de recibo imaginárselos cerca del esqueleto de lo que luego ha terminado por ser La Latina 900, con los ojos encendidos de imaginación, dibujando con las manos la futura colocación de las piezas, manchados de grasa y de futuro, de sueños y algo de gasolina.

El conjunto ha sido redondeado con piezas que no han sido fabricadas por Valtorón, pero si elegidas con todo el cuidado y el cariño puestos en el proyecto, como los dobles discos de freno delanteros de 296 mm o el freno de tambor trasero, donde también han colocado amortiguadores Showa, eligiendo en la parte delantera una horquilla Kawasaki de 36 mm.

La Voltorón La Latina 900 es coqueta y castiza, retro y con un aire de independencia, y te puede llevar igual a tomar unos churros que el té de las cinco. A eso se le llama carácter.

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