Motos

Lazareth R1, del cine al asfalto pasando por la imaginación

Desde las manos de Vin Diesel en la gran pantalla hasta el asfalto de cualquier carretera, la Lazareth R1 es todo potencia e imaginación.

La película era Babylon A.D., dirigida por Mathieu Kassovitz, una de esas distopías postapocalípticas sobre lo mal que lo va a pasar la humanidad en un futuro más o menos cercano. El protagonista era Vin Diesel, con lo que podemos imaginar que las disquisiciones filosóficas no eran precisamente la base de la historia. Y la moto era una Yamaha YZF-R1 de 1999 modificada para la ocasión por la imaginación, las manos y las herramientas de Ludovic Lazreth, el preparador francés de motos y coches que ya nos sorprendió con la Lazareth LM847, una motocicleta a la que movía ni más ni menos que el motor V8 de un Maserati.

Como la imaginación es algo que no se suele estar quieto, sobre todo en casos como el de Lazareth, decidió retomar el proyecto de la R1 antes de que acumulase polvo en algún rincón y fuese lentamente utilizada pieza a pieza en otros menesteres. Así que se puso manos a la obra, y esta vez lo hizo sin que mediara encargo alguno, sólo por el placer de hacer realidad el destino que imaginaba para la R1, sólo por el deseo de transformar una máquina en un sueño, o un sueño en una máquina, que funciona hacía ambos lados. El resultado ha sido la Lazareth R1, a la que el galo ha dotado de un basculante monobrazo tanto en la rueda delantera como en la trasera, con sistema de amortiguación flotante preparado por TFX Suspension misma configuración utilizada en la rueda trasera. Personalidad al poder, también en el modificado chasis y en la parte trasera que remata un sillín recto sobre una salida de escapa que a la vez es luz trasera de freno mediante LEDS.

Brembo y Rizoma son otros nombres que se asoman a la reconversión de la R1, que también luce la fibra de carbono entre sus materiales. Todo está dispuesto ya para que el asfalto reciba a la antigua montura de Vin Diesel, nacida de la imaginación para el cine y llevada del cine a la carretera por esa misma imaginación.