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Moto Guzzi MGX-21 Flying Fortress. Una italiana para conquistar América

Con la MGX_21 Flying Fortress los kilómetros serán simplemente motivos para celebrar seguir conduciendo.

No está nada claro que Cristobal Colón fuera génoves. Lo que si está meridianamente comprobado es que el Almirante de la Mar Océana descubrió América. El mismo continente cuyas carreteras del norte están a punto de ser conquistadas por una posible compatriota suya, la Guzzi MGX-21 Flying Fortress. Una moto que añade a una indiscutible estética americana un elegante estilo italiano, toda una declaración de intenciones y de guerra a las todopoderosas marcas americanas del segmento de las Custom devoradoras de kilómetros. Una bagger con sabor a comida italiana de trattoria.

Desde fuera, la MGX-21 es inconfundible. Si la miramos de frente, su neumático delantero de 21 pulgadas y su frontal con el faro integrado en el elegante carenado negro ya nos llamarán la atención, que mantendremos al desplazar la mirada por su lateral, dejándonos llevar por sus lineas negras acentuadas por el contraste con el característico toque rojo de Guzzi en las culatas de aluminio de sus cilindros. Fibra de carbono negra para su llanta delantera,  laterales del depósito y maletas. Negro para destacar, para enamorar, para ser vistos. Y sus inconfundibles maletas, un digno final para la línea de la Flying Fortress, como una firma inconfundible que no dejará indiferente a nadie que la mire.

Y tampoco se quedará igual nadie después de montar en ella. La Moto Guzzi MGX-21 monta el característico motor V-Twin de 1384 cc, desarrollando 96,6  cV a 6.500 rpm y con un poderoso par motor de 121 nM a 3.000 rpm. Un tigre que ronronea como un gatito... El resto de equipamiento está al nivel de un vehículo que pretende cruzar las legendarias carreteras americanas haciendo honor a su nombre de Fortaleza Volante. Un sistema de audio completamente integrado, LED para iluminar la carretera, frenos ABS con pinzas Brembo, control de velocidad de crucero y de tracción, distintos mapas de potencia seleccionables, sistema de ajuste de suspensiones y la plataforma multimedia MG-MP conectada mediante Bluetooth.

Está claro que todos los caminos llevan a Roma, aunque pasen por las carreteras de Norteamérica.