Pues a nosotros nos parece una gran iniciativa, llena de dudas, pero muy en el espíritu fundacional de la marca de Milwaukee, al fin y al cabo si hay algo que desde el punto empresarial a permitido que las harley sigan siendo hoy una de las grandes marcas de las motocicletas es precisamente eso, su capacidad de reinvención. Y ¿qué otro paso le quedaba que una motocicleta eléctrica? Pues los pasos que se dieron en el futuro y que casi le cuestan el fin.
Sin embargo Harley-Davidson se lo toma con calma, no es una apuesta a ciegas con una línea de producción en marcha, todavía no se lanzará al mercado. Una gran estrategia de mercado: un modelo que comenzará por recorrer la clásica Ruta66 entre Chicago y California para hacer una tourné lo que queda de año y el próximo 2015 por Estados Unidos y Canadá. El objetivo, tantear a los moteros, a los fans de la clásica marca para ver sus opiniones, para ver las reacciones, sus aportaciones, para ir modificando esa mentalidad de motero aferrada a las motos de combustión, al clásico y personal ronroneo de una Harley.
Y llegados aquí, el ronroneo, ese ronroneo, tal como lo cuentan el sonido de la primera moto eléctrica de Harley-Davidson digamos que no va a ser el mismo, aunque parece que han dado con un sonido especial y único para este motor eléctrico, un sonido que comparan como el de un caza en un portaaviones. Bueno, puede que esté bien, puede que sea interesante y de ser así será bastante llamativo, pero con toda probabilidad es el mayor handicap al que se enfrenta. Si no ronronea, ¿sigue siendo una Harley?
Su aspecto tampoco acompaña para vender ese feeling de Harley, tan moderna que a simple vista se puede confundir con cualquier otra, pero, eso sí, lleva bien visible la marca. Su motor, su autonomía, su potencia, todo lo importante son hoy por hoy incógnitas. Eso sí, la Livewire de Harley Davidson será muy pero que muy respetuosa con el medio ambiente y quien sabe si eso le abre un mercado importante que aún tiene la asignatura pendiente de las motos eléctricas de gran tamaño.
A nosotros, como os decíamos, nos gusta y seguro que disfrutaríamos de ella. Aunque para montar una Harley seguimos quedándonos con ese sonido único de sus motores de combustión. Pero venga, ¡a por el futuro!
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