Motos

La BMW R75 de Luis y Maria

Es una moto diseñada y reconstruida con paciencia, cuidado y estilo.

El pasado de cada uno de nosotros está lleno de historias bonitas y emotivas, perfectas para recordarlas y compartirlas. Y seguro que en muchas de ellas interviene una moto. Porque una moto ha sido siempre uno de los mejores instrumentos para divertirse, emocionarse y sentirse únicos, en un paseo corto, en un viaje largo, sin rumbo definido o persiguiendo alguno de aquellos paisajes que se repiten porque permanecen indelebles en nuestra memoria.  Escarbad en ella y comprobareis cuántas historias tenéis para contar, en relación inversamente proporcional a lo convencionales que seáis.

Y no es que pensemos como Jorge Manrique que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero cada vez hay más gente empeñada en reconstruir una moto para, en cierto modo, reconstruir un pasado en el que se sentían únicos. Algo así ocurrió con la reconstrucción de esta BMW R75/6 de 1976, cuyo propietario contactó con los portugueses de Maria Riding Company solicitándoles el asiento de una moto y se llevó la moto entera. Porque lo que sale de este taller son reconstrucciones artesanales que captan la verdadera esencia de cada moto que pasa por sus manos. Por supuesto, los materiales que utilizan son de primera calidad con el fin de garantizar el rendimiento y la exclusividad en todos los detalles, haciendo única la experiencia de cada rider.

Según cuenta Luis Correia nuestro cliente ya tenía un motor reconstruido y algunas otras piezas, pero estaba perdido en todo lo relacionado con el espíritu que quería darle a la moto. En María son valientes y, aunque eran conscientes de que una R75 de 1976 tenía sus complicaciones técnicas y que era la primera BMW R a la que le iban a meter mano, aceptaron el reto. Al ambicioso proyecto lo llamaron Panzer y el resultado es el que ven, una motocicleta clásica y robusta en la que destaca un llamativo y arriesgado marco rojo detrás del que se te van los ojos, contrastando con todos los demás acabados, en acero y negro.

Para aumentar la potencia y darle al conjunto un aspecto más uniforme y robusto modificaron el chasis, y sustituyeron las ruedas originales por unas nuevas llantas de aluminio y neumáticos Firestone AMS más anchos, con la rueda trasera ajustada a la izquierda para despejar el clásico eje de transmisión por cardán. También, para conseguir una posición del piloto más baja, cortaron el amortiguador delantero y bajaron el bastidor y el depósito. Para terminar, le dieron un aspecto limpio, modificando la toma de aire para despejar el espacio detrás del motor y añadieron unos controles e instrumentos sencillos.