Motos

La BMW R100GS Avventura de OCGarage. Arte en movimiento

Es una motocicleta con sidecar que expresa toda la elegancia, el refinamiento y la artesanía que distingue al diseño italiano en todo el mundo.

Esta es la historia de un joven que siendo poco más que un adolescente decidió dejar el colegio para hacer de lo que le gustaba la profesión de sus sueños. Como le gustaban los motores, comenzó con los coches. Pero su sueño era construir de forma artesanal motocicletas únicas y personales. Su seriedad y tenacidad recompensaron una larga y apasionada relación con las motos. Su aptitud y habilidad le llevaron a la especialización y de ahí, de forma progresiva y constante, hasta la excelencia. Ahora, todas las motocicletas que salen de sus manos son impecables, como instrumentos perfectamente afinados. Hace veinte años decidió que todas las motocicletas que creara tendrían un nombre y una historia que contar. Que serían la expresión de las emociones de una parte de la vida y de la personalidad de su propietario. Ahora, una vez terminadas, sus motos nunca se replican. Las arranca y sus corazones comienzan a latir lleno de vida. Es el momento en el que la tecnología se convierte en arte. Además de para la mecánica, aquel joven tenía un talento especial para el diseño. Se llama Oscar Tasso. OCGaraje es el acrónimo de Oscar Classic Garaje. Y es que Oscar Tasso es OCgarage.

Rávena fue la capital del Imperio Romano de Occidente y el lugar donde Julio César reunió a sus legiones antes de cruzar el Rubicón. También es el sitio donde se encuentra un pequeño taller en el que si pones un pie te sientes inmediatamente trasportado a la época en la que los artistas y los artesanos trabajaban para crear piezas que serían la admiración del mundo. En ese atelier es en donde Oscar Tasso ha creado su última gran obra maestra, la BMW R100GS 1992 Avventura, una tres ruedas con sidecar que expresa toda la elegancia, el refinamiento y la artesanía que distingue al diseño italiano en todo el mundo desde hace siglos.

Oscar comenzó por despojar a esta BMW GS de 1992 de todos sus plásticos, y con lo que quedo, construyó una moto absolutamente nueva. Empezó por el motor, de reconocida fiabilidad, que lo dejó para que no haya que volver a tocarlo durante al menos otras dos décadas. Pero eso es lo de menos, porque lo verdaderamente relevante es que a esta motocicleta la convirtió en una máquina de tres ruedas. Antes de comenzar la transformación mecánica se quedó con el chasis. Tuvo que resolver muchos problemas, como el de la suspensión en la parte derecha. Pero el resultado es espectacular, con un sidecar de aluminio y contrachapado en madera con la complexión de una viola del maestro Stradivarius. Y todos los detalles. Como el asiento de la más fina piel de primera calidad con pespunte doble en rombo. O los tres bolsillos del tambucho, para que puedas llevar un mapa, un lápiz y un sextante por si te pierdes. Horas y horas de trabajo manual precedido de un intenso proceso creativo que Oscar ha decidido transformar próximamente en un libro.