Nathan Allen es, desde niño, un amante de las bicicletas y los monopatines, es además diseñador y por eso no podía dejar pasar la oportunidad de sumar sus ideas a todas las que se manejan en el mundo para mejorar la movilidad urbana. Su planteamiento no puede ser más interesante: un patinete estable, seguro y fácil de manejar que nos permitar saltarnos los atascos y disfrutar del viaje, eso es, o al menos eso pretende ser, Stator, un patinete eléctrico con autoequilibrio.
Diseñador, ingeniero y profesor, Allen vió claro el nicho de mercado y se encerró a trabajar en la idea que le rondaba por la cabeza: un patinete estable, seguro, fácil de manejar y cuyo diseño fuese como son siempre los suyos, sencillo, porque Allen es un diseñador especialmente respetado por su capacidad de simplificar con éxito lo que aparentemente es complejo. Después de probar varios prototipos llegó al Stator tal y como lo conocemos ahora y tal y como llegará al mercado en los próximos meses a través de una campaña de crowfounding que se lanzará en breve.
El Stator monta un motor eléctrico en su rueda trasera cuyo tiempo de carga es de poco más de una hora y, además, dispone de un modo de carga rápida que reduce aun más ese tiempo; es plegable, para facilitar el siempre importante asunto de guardarlo una vez ha cumplido su misión de llevarte de aquí para allá alcanzando por el camino su velocidad máxima, 40 km/h.
Si quieres moverte a la última tienes que pensar ya no tanto en bicicletas eléctricas, que también, y más en los nuevos patinetes eléctricos como éste, el Stator de Nathan Allen que pronto se lanzará al mercado en la plataforma de crowfounding Kickstarter, estaremos atentos...
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