Hay motos y motos. Todo aquel que se sube a una de ellas sabe que hay dos clases de motocicletas. Las que te llevan de aquí allí y con las que irías de aquí a cualquier parte. La nueva BMW R NineT Racer es de las segundas, para ir a cualquier lugar, mientras vayamos montados en ella.
Nada más verla, está muy claro que la NineT Racer está hecha para correr. Correr, eso sí, a la manera de hace unas cuantas décadas, en los 60 y los 70 del siglo XX, cuando la mítica de todo lo relacionado con las dos ruedas era bastante diferente a la de ahora, tan de porcentajes, chips y ordenadores. Correr de cuando no se contaban las centésimas de segundo.
El blanco combinado con las líneas azul y roja de BMW Motosport, el semicarenado retro con los remaches y el perfil cromado del faro encastrado a la vista, el colin trasero con la inconfundible curva de las motocicletas cafe racer... a partir de la base común de la nineT, BMW ha creado una motocicleta en la que se nos obligará a tumbarnos más sobre el depósito, elevando el sillín, retrasando y elevando las estriberas y optando por un manillar más bajo y cerrado.
El resultado es que conduciremos la Racer al estilo de las antiguas motos de carreras, de la misma manera que su estilo concordará con ellas. Digamos que es un excelente trabajo de ambientación...
Pero esa ambientación oculta, lógicamente, la moderna tecnología que cualquier moto actual está obligada a ofrecernos. El motor es un boxer bicilíndrico refrigerado por aire de 1.170 cc. que nos entrega 110 CV de potencia. ABS de serie y posibilidad de incorporar el Contro Automático de Estabilidad (ASC) completan a la BMW R nineT Racer para ser la perfecta contadora de nuestros sueños al asfalto...
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