Coches

Una docena de coches y motos que hoy tendría Steve McQueen

Siempre podemos jugar a soñar los coches o las motos con las que Steve McQueen jugaría si siguiese entre nosotros...

Que Steve McQueen era un gran enamorado de la velocidad es bien conocido. Pero no era el típico coleccionista que almacenaba coches y motos porque tenía el dinero suficiente y le parecían objetos bellos o caros. No, McQueen era un piloto nato de motocicletas y coches, que incluso estuvo tentado en varias ocasiones de abandonar su floreciente carrera de actor para iniciar la de piloto profesional. De hecho, había pocos pilotos profesionales, por ejemplo entre los especialistas de cine, que pudieran alcanzar su nivel, y esa era la razón de que él protagonizara las escenas de conducción de muchas de sus películas, además de que le gustase el riesgo y la velocidad, como las famosas persecuciones de La Gran Evasión, en moto, o Bullit, en coche por las calles de San Francisco.

Fuera de los platós, cualquier excusa era buena para competir con sus coches o motos en carreras de cualquier clase o perderse durante días probando un vehículo nuevo o la mejora de alguno ya en su colección. Tan sólo le limitaban sus contratos cinematográficos y el hecho de que los productores no veían con buenos ojos que una de sus estrellas arriesgase tanto su vida, por mucho que eso le imbuyera de una cualidad especial ante sus fans. McQueen era especial, su manera de vivir era especial, y sus coches y motos, por supuesto, también lo habían de ser.

Existe una amplia literatura y documentación acerca de la marca y el modelo de los coches y motos que integraban su colección o que se relacionaban con él a través de sus películas, como la Triumph Tr6 de esa carrera delante de los nazis,  el Ford también nombrado de Bullit, que por cierto jamás pudo comprar, pese a su interés, o el Porsche 911 S que compró en 1968 y que ahora pertenece, sin cambio alguno, a uno de sus hijos. Sobre lo que si podemos elucubrar es sobre los modelos que serían hoy dignos objetos de deseo del inigualable Rey del Cool. Esos vehículos que le gustaría incorporar a su garaje si este fuera su tiempo, en base a las elecciones que hizo en el que le tocó. Una especia de viaje de ida y vuelta, un regreso al futuro, un homenaje a uno de los actores más singulares y con más estilo de la historia del cine.