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The new 1958 Lister Knobbly. Decíamos ayer

El tiempo parece detenido para el Lister Knobbly, construido como si no hubieran pasado 60 años desde que sus hermanos triunfaran en las carreras.

En 1954 el piloto británico Brian Lister creó la compañía que daría su nombre a una serie de espectaculares deportivos de competición, la Lister Motor Company, a la que sin embargo esos éxitos no libraron de terminar en el cajón de las marcas engullidas por vaivenes financieros y empreariales. Se convirtió en legendaria, aquello tan sesentero de vivir deprisa, morir joven y dejar un bonito cadáver en forma de coches míticos.

Uno de aquellos coches que se convirtieron en leyenda fue el Lister Knobbly de 1958, al que propulsaba un motor Jaguar de 3.8 litros y 6 cilindros y que era tan bello como las líneas de su distintiva y peculiar carrocería que a su vez le daba nombre, Knobbly, que se puede traducir más o menos como "abultado".

En 1993 Lister saltaba de nuevo a las primeras páginas de la prensa especializada al producir el Lister Storm bajo la nueva denominación de Lister Cars Ltd. Desarrollado a partir de un Jaguar XJS, el Storm usaba un motor V12 de 7 litros que le permitía superar los 320 km/h, consiguiendo el primer puesto del campeonato GT de la FIA en el año 2000 y participando tres años más tarde en las 24 horas de Le Mans.

En el 2012 de nuevo la compañía cambia de manos y de dirección, celebrando su 60 aniversario y lanzando The new 1958 Lister Knobbly, una continuación exacta del modelo de seis décadas atrás, como si nada hubiera ocurrido desde entonces. Lister producirá 10 unidades del nuevo/viejo Knobbly que además de seguir las especificaciones de producción de su antecesor estará homologado para su uso en carretera.

El chasis tubular del Lister Knobbly sostiene los paneles de aluminio de la carrocería que han necesitado 500 horas por unidad para ser moldeadas siguiendo las líneas que forman su bella y característica silueta. Los 1o motores utilizan bloques originales Jaguar que se completan con nuevas piezas fabricadas siguiendo las especificaciones utilizadas hace seis décadas pero con tecnología del siglo XXI. Será del pasado, pero alcanza los 100 km/h en 4,5 seg. y su velocidad máxima es de 289 km/h. Como si acabara de nacer.

Claro que para los puristas que se lo planteen, no todo es tan antiguo en el Knobbly, sobre todo en aras de la seguridad, como la dirección plegable, indicadores de dirección, luces antiniebla y la supresión de los spinners de las llantas, algo no muy necesario a no ser que te plantees una carrera a lo Ben-Hur. Claro que teniendo en cuenta la afición del mercado a traer del pasado modelos al presente, lo mismo un día nos vemos escribiendo de cuádrigas...