Coches

The aeroplane concept car

Un superdeportivo como un avión diseñado por un ilustre relojero...

Bruno Bellamich, fundador de la firma Bell & Ross y su alma creativa, reconoce caminar siempre tras los pasos de la inspiración para crear los espectaculares relojes propios de esta lujosa y notable compañía; y en la búsqueda de esa inspiración, Bellamich emprende aventuras impensables en otras muchas firmas relojeras, en 2014 se adentró en el diseño de una moto y en 2016 toca el turno de un coche.

Claro que no se trata de un coche cualquiera sino de uno que aúna la inspiración automovilística -imposible no pensar en un Ferrari a la vista de este concept Bell & Rose- pero también aeronáutica en los detalles más sorprendentes de su diseño.

Bellamich ha confesado que tenía en la cabeza el Ferrari 250 GTO, un vehículo del que sólo se fabricaron 36 unidades en la década de los 60, cuando comenzó a dibujar The Aerogt -así se llama este concept automovilístico Bell & Rose-; en lo que respecta a la inspiración aeronáutica, basta ver la línea sutilmente agresiva de este vehículo en la búsqueda de la mejor aerodinámica así como lo realmente bajo que es para descubrirla.

Y luego están los detalles que no hacen producto ni concept pero que sí marcan la diferencia: los dos tubos de escape que emulan a los de los turborreactores, llantas de estilo turbina que imitan los álabes de los aviones supersónicos y un alerón trasero longitudinal más propio de vehículos que vuelan que de uno dispuesto a rodar a ras del suelo.

La evocación automovilística y a aeronáutica conviven en The Aerogt como si de dos ideas intercambiables se tratara y lo hacen orquestadas por un diseñador de relojes que sabe bien que ahora y siempre es el momento de la creatividad.