No hay mejor manera para comprender un concepto que poner algún ejemplo práctico. En el caso de definir algo como "legendario", podría valer hacerlo con un coche que ha logrado ganar dos carreras del campeonato de Fórmula 1, y que lo ha hecho siendo conducido por uno de los más grandes pilotos de la historia. Si además añadimos que una de esas dos carreras se disputaba en Mónaco, que el color del coche es el rojo y su marca, Ferrari, hay poco más que decir, porque está claro que el Ferrari F2001 se merece tal apelativo.
Y precisamente esa categoría de legendario, junto con su indudable belleza, es la que coloca al Ferrari F2001, el coche que pilotaba Michael Schumacher, aquel con el ganó su cuarto campeonato del mundo, con el que ganó en la mítica carrera del Principado de Mónaco (también en Hungría), con el número de bastidor 211, como una de las indudables estrellas de la subasta de Sotheby´s a realizar el próximo 16 de noviembre en el Rockefeller Center de Nueva York, la Contemporary Art Evening, que curiosamente no está dedicada al motor, sino al arte, como bien describe su nombre.
Claro que como no describir como arte las líneas de un coche destinado a ser el más rápido, poseedor de la belleza de los límites, de los riesgos y, cómo no, de los sueños y deseos de imitación de todo aquel que haya pensado en ser el piloto de semejante máquina. ¿Hemos dicho lo de legendaria?
Pues aquel que se haga con el F2001 podrá hacer realidad ese sueño, porque se encuentra completamente operativo. Es más, el nuevo propietario podrá acceder al programa Corse Clienti de la marca del Cavallino, dentro del cual podrá rodar en circuitos con el Ferrari F2001 al lado de otros modelos clásicos de la marca.
Venga, tengo el Ferrari de Michael Schumacher ¿Hacen unas vueltas? Eso también suena bastante legendario.
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