17,5 millones de Euros, euro arriba, euro abajo. O lo que es lo mismo, dependiendo de los vaivenes de la economía internacional, 20 millones de dólares. Una cifra espectacular y redonda que puede llegar a ser el valor que alcance en la subasta de la casa Sotheby's en Monterey el próximo agosto este Aston Martin DBR1 de 1956.
Si alcanza esa fabulosa cifra en la subasta, se convertirá en el coche británico más caro de la historia, y como es lógico en el modelo que ostenta esa misma denominación dentro de la marca Aston Martin. Puede que al profano se le escapen de la lógica las razones para que un coche cualquiera alcance esa cifra, pero la verdad es que para los medianamente entendidos en la materia, argumentos no le faltan al DBR1.
De entrada, el Aston Martin que sale a subasta es el primero de las únicas cinco unidades fabricadas por la marca británica entre los años 1956 y 1958, diseñadas y construidas con el objetivo de competir con los mejores en los mejores circuitos, como Le Mans o Nürburgring. El DBR1 consiguió ambos objetivos, aunque específicamente el que será subastado no venció en Le Mans, pero si en el legendario infierno verde.
Con los DBR1 como buque insignia, Aston Martin logró triunfar en el Campeonato Mundial de Constructores de 1959. Como los viejos rockeros, el número 1 de los cinco terminó sus días con giras donde rememoraba viejos tiempo, consiguiendo en el 2001 el premio al más elegante en la reunión de Peeble Beach. Y es que el estilo nunca se pierde.
El Aston Martin DBR1 mantiene casi original y en muy buen estado su motor de 2.922 cc, un prodigio de la época, así como su transmisión manual David Brown de 5 velocidades. Ese estado de conservación le ayudará sin duda para conseguir un nuevo triunfo que añadir a sus logros en forma de récord de precio. Y los que le quedan.
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