¿Qué decir del Porsche 911 que no se haya dicho ya? es un deportivo clásico, contemporáneo diríamos, porque nos gustó, nos gusta y nos gustará siempre, es un coche de capricho, uno con mucho estilo, de esos vehículos que dicen mucho, lo dicen en realidad todo, de quien los conduce. Claro que siempre se puede ir un paso más allá y es precisamente ahí, un paso más allá, donde Singer ha llevado al Porsche 911.
Todo empezó cuando Scott Blattner, flamante poseedor de un Porsche 911 de 1990, quiso cambiar de coche sin cambiar de coche, quiso hacer diferente su Porsche sin que dejara de ser lo que es, un Porsche 911; para cumplir con sus deseos contó con Singer, una compañía dedicada a hacer de los grandes deportivos coches, además, únicos, y el resultado es tan Porsche como lo era antes de pasar por sus manos e incluso más, más exclusivo, más único, más excepcional...
Así, para empezar, 500 CV de potencia. Sutiles cambios en el diseño y la suspensiones para hacer el coche más ligero y eorodinámico, son modificaciones de las que apenas se ven pero se notan en los resultados, en el rendimiento del vehículo. Menos de 1000 kilos de peso, gracias al uso de materiales como la fibra de carbono, completan el cuadro técnico de un vehículo único.
La estética de este Porsche es también rompedora y muy espectacular tanto en el color elegido para su exterior como para el de los acabados interiores, verde por fuera e naranja sangre por dentro. Y lo mejor, éste es el primero de una serie, el primero de 75 Porsche 911 hechos a la medida de los grandes sueños de sus propietarios.
¿El precio de este capricho? en realidad no lo sabemos, es un secreto aunque cabe que no el mejor guardado porque se cuenta, se dice, se rumorea... que rondará el millón de euros.
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