Coches

Lo último de Toyota viene en madera

El nuevo Concept Car de la marca japonesa será presentado en la Semana del Diseño de Milán del 12 al 17 de abril de 2016.

Los concept cars son prototipos que aspiran a convertir en realidad los sueños, la emoción y la inspiración, además de un escaparate único para demostrar que los diseñadores e ingenieros están constantemente poniendo a prueba su imaginación para que comprendamos qué aspecto tendrá los coches del futuro. Con este propósito, Toyota continúa con el rito anual de presentar sus diseños de futuro. Como el Toyota FT-Bh, un coche híbrido combinado Full Hybrid que mostró los avances en la eficiencia energética y la economía. O el Toyota Me.We, un concepto visionario para un vehículo respetuoso con el medio ambiente más ligero y asequible. En la Semana del Diseño de Milán del 12 al 17 de abril de 2016 va a presentar un nuevo prototipo con el que pretende desafíar un concepto asentado en la industria automovilística, el de que los coches son productos industriales saturados con las más modernas tecnologías.

Por primera vez, Toyota participa en el salón de diseño más grande del mundo y lo hace con un nuevo y fascinante Concept Car fabricado principalmente con un atractivo que no se encuentran en los vehículos convencionales, la madera. La madera es un material duradero aunque flexible, vivo, que tiende a cambia de coloración y textura en respuesta a su entorno y las condiciones de uso, adoptando un carácter y una profundidad únicos. El Toyota Setsuna simboliza la transformación gradual que experimentan los vehículos con los años, como si absorbieran las aspiraciones, los recuerdos y las emociones de una familia. Por eso incluye un reloj de 100 años para ir midiendo el tiempo a través de generaciones. Por eso han escogido como nombre para bautizarlo Setsuna, que significa momento en japonés, con el objetivo de reflejar los momentos especiales y efímeros que la gente vive con sus vehículos.

Para encarnar el momento en este dos plazas de motorización eléctrica, los diseñadores de Toyota seleccionaron diversos tipos de madera para las diferentes partes del vehículo, abedul para el bastidor, el piso, los asientos, y cedro japonés para los paneles exteriores, de curvas tan suaves y hermosas que parece más un barco que un coche. Para el ensamblaje de un vehículo de tres metros de longitud y uno y medio de ancho, utilizaron una técnica tradicional de carpintería japonesa denominada okuriari, sin un sólo clavo ni tornillo. Un roadster que evolucionará con el paso del tiempo, adquiriendo un nuevo valor que solo los miembros de la familia pueden apreciar, el valor de lo irreemplazable.