La creatividad de Rolls-Royce, en toda su exclusividad y su lujo, no parece tener fin ni parangón; en el pasado Salón de Ginebra sorprendió al mundo con un modelo único de su Phantom que lucía un interiorismo nunca antes visto en un vehículo, más propio de un salón de té o incluso de un hogar. Se trata de una propuesta que evoca primavera y calidez así como frescura y paz inspirándose en los jardines japoneses.
Su exterior, aun manteniendo un punto más de elegante discreción que su interior, merece también mención por su tono perlado y sus detalles, una flor en el lateral del conductor; claro que es en el interior de este Phantom donde se recrea un mundo de serenidad inspirado en Japón que anima a acomodarse y tomarse el viaje con la misma calma que invade a quien pasea por los famosos jardines japoneses en este mes de abril, cuando lucen deslumbrantes gracias a la floración de sus cerezos.
El interior del vehículo, forrado en seda pintada a mano, representa de atrás hacia adelante y especialmente en su techo, un árbol bajo el que te cobijas al sentarte en cualquiera de los asientos de teste Phantom de Rolls-Royce; cerezos en flor y bambú se representan en esta soberbia ilustración mientras, además de la seda, las incrustaciones de perlas en la parte trasera del vehículo completan un acabado deslumbrante y de excepcional lujo.
Para desarrollar este vehículo se han utilizado las técnicas más modernas en contraste con la inspiración más clásica y lujosa, mezcla que da como resultado un Phantom fuera de lo común que nos hace pensar en un vehículo de reyes, reinas, emperadores y hasta majarajás. Es, sin duda, un vehículo de cuento y ensueño, una edición exclusiva y, desde luego, no para uso diario.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8
-
9
-
10
-
11
-
12
