Los sueños no suelen envejecer, tan sólo se alejan, si acaso. Los deseos tampoco suelen acusar la edad. Ese es el secreto de lo clásico, de lo indeleble, de lo intocable por el tiempo. Lamentablemente, el metal se oxida, el cuero se cuartea, la madera se estropea, los coches se olvidan de lo que fueron y sólo nos quedan lo que sentimos por ellos. Siempre que no sean Jaguar o Land Rover, claro. Porque si alguna vez deseamos un modelo de esas marcas en el pasado, es posible que aun estemos a tiempo de poder soñarlos un poco más cerca, de desearlos con un poco más de realidad alrededor. Un nuevo proyecto de Jaguar Classic se une a los restaurados Range Rover de 1978 y a los clásicos Jaguar XKSS fabricados como nuevos pero bajo las especificaciones de 1957, el Jaguar E-Type Reborn.
En esta ocasión, también se trata, como en el caso de los Range Rover de 1978, de restaurar un modelo mítico de la marca, a diferencia de la fabricación desde cero de los XKSS siguiendo todas especificaciones originales de 1957. Para su nuevo y particular viaje en el tiempo y para nuestro deleite, los chicos de Jaguar Classic han decidido restaurar toda una leyenda de la marca británica y del automovilismo, el Jaguar E-Type, el coche del que cierto italiano llamado Enzo y apellidado Ferrari decía que era el coche más bello jamás construido. Jaguar Classic restaurará 10 unidades del E-Type al punto de que cada uno de ellos se convierta en un objeto de coleccionista único, un vehículo nuevo con el alma de seis décadas.
Cada pieza de cada uno de los Jaguar E-Type Reborn será evaluada por Jaguar Classic y Jaguar Heritage Trust, la división especializada en tratar con los modelos clásicos de la marca. Si es posible restaurarla a su condición original, será la primera opción. En caso contrario, se fabricará la pieza siguiendo las especificaciones originales que tuviera en origen, o se utilizarán repuestos originales de Jaguar Classic Parts. La única concesión al avance tecnológico será la posibilidad de incluir aire acondicionado, sincronización en las cajas de cambios que no la tuvieran de fábrica o elementos de seguridad como frenos, cinturones, etc... El primer ejemplar de la decena que se someterán a este proceso de auténtico renacimiento será un modelo de 1965 que hizo disfrutar durante 125.000 kilómetros a sus propietarios y que 52 años después va a tener la oportunidad de volver a hacerlo como si no hubiera pasado el tiempo. Un auténtico regreso al futuro. Eso sí, al estilo british.
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