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Renault Talisman. Por si queremos Sentir (con mayúscula)

Sentir, lo que se dice sentir, es fácil en un coche como el Renault Talisman.

Hay tantas razones para comprarse un coche como personas que quieran comprárselo. Probablemente tú y yo nos compraríamos coches diferentes. Donde vivimos, donde trabajamos, como nos divertimos, hacia donde viajamos. O resumiendo todo esto, como Sentimos. Bien pensado, si se trata de lo que sentimos, el Renault Talisman es un coche que quizás nos pondría de acuerdo. Nos gustan las berlinas. Nos gustan los coches grandes sin ser gigantescos, nos gusta sentirnos bellos pero no apabullantes, poderosos y elegantes a la vez. Sentir el Renault Talisman como nuestro, recibiéndonos al acercarnos con la tarjeta llave y verle cobrar vida encendiendo sus luces, iluminando también el suelo del asiento delantero que se retira 50 mm para facilitarnos la entrada. Él nos recibe y nosotros lo completamos. Compañeros de viaje, de trabajo, de vida, de sentir.

Es dudoso que discutamos sobre el espacio interior del Renault Talisman. Es uno de esos sitios donde sentirse cómodo, con espacio. Un sitio donde volver. Asientos delanteros con ventilación integrada (sí, también te darán calor, no te preocupes) e incluso masaje, con la novedosa tecnología Cover Carving para que tengamos más sitio y seamos más ligeros y con tantas maneras de colocarlos a nuestro gusto que tendremos que utilizar su sistema de memoria para no olvidarnos de cómo lo hacemos. Cuando hayamos terminado de disfrutar de nuestros asientos, podemos empezar con la pantalla táctil que tenemos delante, un auténtico centro de control para que nos sintamos dueños de nuestros destinos (el destino del viaje, al menos), que añade a las habituales funciones de navegación, audio y climatización el control de los reglajes de conducción y ambiente y la posibilidad de añadir aplicaciones específicas, como Michelin y sus guías o las alertas Coyote. Un sistema de altavoces BOSE surround hará que podamos ampliar el espacio del coche hasta lo necesario para transportar una orquesta sinfónica o nuestro grupo de rock preferido con toda su potencia de sonido. O al menos eso nos parecerá al escucharlo.

Si quieres podemos intentar discutir de la experiencia de conducir el Renault Talisman, de cual de sus cinco motorizaciones posibles, dos de gasolina y tres diesel, preferimos. Digamos que yo prefiero el Energy TCe 150 o el Energy TCe 200 de gasolina con la caja automática EDC de doble embrague y 7 velocidades, y que tú te inclinas por los diesel Energy dCi 110 o Energy dCi 130 con la caja manual de 6 velocidades o la automática EDC de doble embrague y 6 velocidades; o quizás con el motor Energy dCi 160, también dotado de dos turbos, con la caja automática EDC de doble embrague y 6 velocidades. Seremos elegantes, seremos rápidos, seremos eficientes y seremos menos contaminantes. Nos sentiremos bien.

Al final, de todos modos, sí que vamos a entrar en polémica. Porque lo que está claro es que sólo puede conducirlo uno. La única ventaja es que al integrar el Talisman la tecnología Multisense -que a través del control sobre la respuesta del motor, la amortiguación pilotada, la caja de velocidades, el sistema 4Control de estabilidad... es decir, sobre todos los sistemas que inciden en la conducción- permite cuatro modos preprogramados: Confort, Sport, Eco y un modo Perso totalmente configurable, para que tú tengas un coche donde puedas hacer kilómetros sin enterarte y yo me arriesgue a exprimirlo en modo Sport.

Y dejemos ya de hablar, y vayamos a Sentir, así, con mayúsculas.