No hacen falta sesudas investigaciones ni concienzudas encuestas para tener claro que un alto porcentaje de la población reparte la mayoría de su tiempo entre dos espacios principales, el coche y el hogar. Así que era de esperar que algún fabricante uniera esos dos conceptos a otros dos caminos de futuro que se están abriendo en el automóvil como son la conducción autónoma y la movilidad eléctrica para ofrecernos un todo en uno que nos ofreciera una forma diferente de compaginarlos. Ese fabricante ha sido Renault y esa forma diferente, el Renault Symbioz presentado en el Salón de Frankfurt.
Podríamos decir que el Renault Symbioz es la parte con ruedas de nuestra casa del futuro, ampliando hasta donde nos lleve -o le llevemos- el concepto de hogar. El Symbioz ha sido diseñado en conjunto con otro prototipo, el de una casa de 120 m2 desarrollada por el estudio Marchi Architectes con la cual interacciona bajo nuestra supervisión ofreciéndonos todo un cambio en la manera de incorporar un vehículo a nuestras vidas.
De entrada, el Symbioz no tiene una habitación en la casa, algo a lo que pudiéramos llamar garaje, por la razón de que él es una habitación, una parte movible de nuestro hogar, al que podemos colocar en diferentes ambientes y/o espacios para usar sus capacidades de interacción como medios de trabajo o de ocio. Y eso incluye la parte superior de la casa, por si necesitamos tocar el violín en el tejado, o algo así.
La interactividad del coche, o más bien del módulo de transporte de nuestro hogar con el resto de los elementos incluye hasta el control y recarga de la energía necesaria en todas las dependencias, a partir de ahí las claves de ahorro energético así como la satisfacción de todas aquellas necesidades sobre las que cedamos nuestro control. Podrá leer nuestros estados de ánimo y adaptarse a ellos controlando esos aspectos aprendiendo de nuestras maneras cotidianas.
Por supuesto, el Renault Symbioz puede actuar de manera tradicional y transportarnos donde deseemos, ya sea con nuestras manos al mando o de manera autónoma, mientras nosotros nos dedicamos a terminar ese artículo para loff.it que tanto se nos resiste. Para ellos luce su apariencia de berlina descapotable acristalada, una especie de barca con ruedas muy estilizada que en el interior mantiene los mismos materiales y estilos que habremos elegido combinados con nuestra vivienda.
La propulsión estará a cargo de un par de motores eléctricos de imanes permanentes de 680 Cv de potencia combinada, alimentados por baterías de alta capacidad que podrán ser recargadas de manera ultrarrápìda mediante inducción, una solución futurista pero que parece será generalizada en el futuro.
A la vista del futuro que nos propone el Renault Symbioz, está claro que nunca saldremos de casa, o más bien que estemos donde estemos, será nuestro hogar, dulce coche.
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