Hay futuros y futuros. Los hay lejanos, apenas bocetos a los que la distancia convierte en meras ensoñaciones sin apenas valor práctico. Y los hay cercanos, rompedores, que lo cambian todo, futuros que empezaron ayer y que revolucionan nuestro mundo. La marca del león se apunta a este último futuro en el que sin duda se encuentra inmerso el mundo del automóvil y nos presenta el Peugeot Instinct Concept, que debutará el próximo mes en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2017 para marcar las líneas del camino en que se moverán sus modelos para afrontar todos los retos que se le presentan.
El diseño del Instinct se antoja agresivo y de presencia potente, con unas líneas preocupadas tanto en marcar la presencia del coche como en procurar apoyos aerodinámicos activos a la marcha y espacio a la habitabilidad interior. El frontal, marcado por la rotundidad y el perfil de los grupos ópticos, está diseñado para desplazarse de manera automática y ofrecer una mejor sustentación, además de permitir una mejor circulación del aire a través de los laterales. Precisamente en los laterales lo que más destaca es la apertura enfrentada de las puertas, dejando diáfano el interior del coche en caso de abrir a la vez el espacio delantero y el trasero. La parte trasera, que culmina una línea de diseño cercana a los omnipresentes SUVs, aunque más deportiva, pone punto y final con una iluminación perfilada en negro y el descenso de las dos secciones del techo acristalado.
Pero no es el diseño exterior, ni siquiera las prestaciones -tan sólo sabemos que estará dotado de una motorización híbrida con una potencia de 300 CV, sin más datos- , lo que Peugeot ha querido hacer más destacable en el Instinct Concept. Es su cerebro, su alma, y su manera de relacionarse con nosotros lo que le convierte en un adelanto que pretende revolucionar nuestra manera de usar el coche. Artik Cloud es el nombre del sistema desarrollado de manera conjunta con Samsung para sincronizar toda la información manejada por los elementos activos del vehículo y nuestros dispositivos personales para ofrecernos no solamente una experiencia de conducción satisfactoria, si no una transformación de nuestros hábitos diarios.
Desde una consola donde lo táctil toma el relevo a los mandos analógicos, podemos controlar como vamos a movernos con el Instinct Concept. En caso de elegir la opción autónoma, el volante desaparecerá del sapicadero y el asiento se reclinará para que disfrutemos cómodamente del paisaje. Si es lo que queremos, porque también podremos adelantar trabajo o controlar los electrodomésticos de nuestro hogar a través de la ampliada conectividad del Instinct, que nos conducirá usando el Responsive i-Cockpit que habrá tomado nota a través de todos nuestros dispositivos de nuestra manera de vivir y del estado de ánimo que tenemos, y adecuará su comportamiento al nuestro. Es decir, el chófer perfecto que nos conoce, incluso sin hablar. Todo un sueño hecho realidad. Esta manera de preocuparse por el conductor no se limitará a su manera de "conducir", si no a recordarnos citas importantes o la próxima llegada de una ola de frío para que le ordenemos subir la temperatura de los radiadores de casa. Chófer... y secretario personal. El futuro no es el coche que usemos, es la manera en la que lo vamos a usar.
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