El inventor de una posible máquina del tiempo se haría de oro. Ante la imposibilidad científica que parece suponer la tarea, lo más cercano, al menos en lo que al mundo del automóvil se refiere, es traer al presente modelos del pasado renacidos con todo su esplendor de antaño, o incluso mejorados con las tecnologías más punteras de seguridad, prestaciones o accesorios. Es crear/traer/fabricar/remodelar el Mini Remastered. El inventor de la máquina del tiempo, David Brown Automotive.
En 1959 un coche diseñado por un señor con nombre de diseñador de automóviles o de árbitro de final de Champions, Alec Issigonis, se lanzó al mercado británico con el nombre -y el aspecto- de Mini. Había nacido una leyenda del automóvil, que se mantuvo viva y prácticamente inalterable hasta el año 2000, año en el que el nuevo dueño de la marca, el grupo alemán BMW, decidió remodelar por completo el Mini y lanzarlo a una segunda y también exitosa vida, en la cual todavía se encuentra.
Si bien este nuevo modelo cuenta con multitud de adeptos, no son pocos los que piensan que ha perdido una buena parte del estilo y el espíritu del modelo que se mantuvo cuatro décadas en las calles de too el mundo y que aún hoy sigue siendo objeto de coleccionismo. Entre estos nostálgicos, los responsables de David Brown Automotive, que ya tienen en su haber un viaje al pasado que les ha quedado de cine, concretamente de cine de espías, el Speedback GT, una recreación del mítico Aston Martin DB5.
En esta ocasión, la estrategia es diferente, se trata de un auténtica restauración a partir de elementos originales a la vez que se incorpora la última tecnología en seguridad y comodidad, lo que viene en llamarse "restomod" (es decir, restaurar y modernizar). El resultado es el Mini Remastered, todo un clásico puesto al día, que mantiene el estilo que enamora del Mini de toda la vida con los avances que buscamos en cualquier coche del panorama actual.
Para llegar al resultado final, David Brown Automotive mantiene el chasis y el motor originales, aunque reforzando el primero y potenciando el segundo hasta llevarlo a unos decentes 79 CV para sus 4 cilindros con 1.275 cc. También se actualizan las suspensiones y los frenos, así como las luces, que reciben moderna tecnología LED.
En cuanto al interior, es donde más podemos apreciar el cambio respecto a un modelo antiguo y donde más salta al a vista el trabajo de David Brown Automotive. El Mini Remastered se viste de materiales de primera calidad y de elementos de tecnología a la última, como la pantalla táctil que desde luego ni en los mejores sueños hubieran podido encontrar los conductores del Mini de la década de los 60.
Podremos elegir entre un Mini Remastered de aspecto y colores ceñidos a los originales, o dos ediciones especiales de 100 unidades cada una denominadas Cafe Racer y Montecarlo. Ya sólo queda enamorarse, si es que no lo has hecho ya.
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