Bugatti. Grand Sport 16.4.
Coches

Los descapotables son para el verano

Cuando creíamos que el Veyron había alcanzado la perfección, Bugatti presenta su nuevo cabriolet.

Si tenías pensado lucir una melena perfecta antes de subirte al nuevo Veyron de Bugatti, ¡olvidalo! Mejor recógete el pelo, rescata tus gafas de pasta y, pañuelo en la cabeza al más puro estilo Fifties, prepárate para disfrutar el placer de conducir el descapotable más veloz de todos los tiempos.

Desde el primer Veyron del 2005 – el EB 16.4 Veyron, cuyo prototipo se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra en 2002– hasta el Grand Sport 16.4, recién salido de la factoría Bugatti, cada uno de sus modelos ha marcado un hito tanto en la historia de la firma como en la del automóvil, sorprendiendo con sus extraordinarias prestaciones a conductores y especialistas de todo el mundo. No en vano el Bugatti Veyron –y todas sus versiones– ha sido y es considerado el mejor deportivo del planeta.

Exclusivo, potente, veloz… Cuando ya pensábamos que el Veyron había alcanzado la perfección, Bugatti vuelve a la carga con una versión, si cabe, aún más espectacular; el Grand Sport 16.4 que el fabricante de Molsheim presentó en Pekin el pasado 23 de abril. “La idea de crear una nueva dimensión de descapotable con la misma potencia que su hermano pequeño, el Super Sport, era muy tentadora”, afirma Wolfgang Dürheimer, Presidente de Bugatti Automobiles S.A.S. Utilizando el Grand Sport Roadster como base, Bugatti añade cuatro enormes turbo compresores para aumentar la potencia hasta 1200 CV. Por ello y con el fin de asimilar semejante poderío sin perder un ápice de comodidad, el exterior y el chasis del vehículo también se han modificado. Su lujosa decoración interior en carbono y los asientos de cuero bicolor rematados con costuras que realzan los contrastes completan la elegancia de un vehículo que, además permite personalizaciones infinitas. Así, en la presentación de Pekin, Bugatti rindió homenaje al “Año del Dragón” decorando el cabrio más rápido del mundo con un dragón fabricado en colaboración con la célebre Manufacture Royale de Porcelaine de Berlin (KPM).

Con dragón o sin él, el Grand Sport 16.4 te pone de cero a cien en menos de tres segundos y puede alcanzar una velocidad de 410 Km/h. Vamos que te deja sin aliento.

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