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Honda NSX. El regreso del samurai

Curvas tan atractivas como felinas, tan de músculo como de elegancia. Sobrio y serio. Es el nuevo Honda NSX.

En 1989 se presentaba en el Chicago Auto Show el Honda NSX (Acura NSX para los mercados norteamericano y japonés), un intento por parte del fabricante nipón para acercarse y permanecer en los mercados de los coches superdeportivos. Comenzó su andadura comercial en 1990, propulsado en sus primeras versiones por un motor V6 de 3.000 cc. Su diseño se había inspirado en la visibilidad total que ofrecía la cabina del avión de caza General Dynamics F-16 y había contado en su desarrollo con la colaboración del por aquel entonces campeón del mundo de Fórmula 1, Ayrton Senna. El modelo pronto se convirtió en un éxito, nombrado Coche del Año en diversos medios, colocándose de inmediato como un serio competidor de Ferrari o Porsche. Toda una leyenda.

Aquel modelo dejó de fabricarse en 2005. Pero su peso era grande. Tan sólo dos años después, en 2007, ya comenzaron los rumores sobre un posible regreso del NSX. Finalmente, Honda anunció en 2011 una segunda generación del concepto NSX, que ha visto la luz el año pasado en el North American International Auto Show y que comenzará a venderse en Europa en el otoño de este año, absolutamente dispuesto para conseguir colocarse a la altura de su predecesor, es decir, un supercoche para que tiemblen en los despachos de determinadas marcas alemanas e italianas con lo que se les viene encima.

Y lo que les viene a los caballeros europeos es un guerrero armado con un motor de gasolina de seis cilindros y 3,5 litros montado en posición central con dos turbocompresores, acompañado de una transmisión de doble embrague de nueve velocidades. A este se unen tres motores eléctricos que actúan sobre los ejes delantero y trasero para ofrecer una respuesta inmediata a cualquier acción que podamos ejercer. Aluminio, fibra de carbono y especiales aleaciones de acero conforman la estructura de un coche que se combina con una aerodinámica pensada para entrar en el viento como si se formara parte de él. Cuatro modos de conducción, incluido uno exclusivamente con los motores eléctricos, nos ofrecen aquellas experiencias que deseemos, desde el placer del paseo hasta la emoción de la alta velocidad.

Y por supuesto, el Honda NSX es bello, con ese tipo de belleza que sabemos peligrosa, animal, capaz de llevarnos allá donde quiera. Curvas tan atractivas como felinas, tan de músculo como de elegancia. Sobrio y serio. Algo que no sólo quieres tener, si no usar, mover, llevar contigo a todas partes. Unirte a él. Ser un samurai. Como el Honda NSX.

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