La verdad es que ponernos al volante de un Ferrari ya nos parece un asunto de emoción superlativa pero dicen los de Maranello que eso no es nada en comparación con lo que sentiremos al volante de su último modelo, la versión Spider de su SF90, dicen que la experiencia de conducción del SF90 Spider supera los límites de lo imaginable.
El SF90 Stradale, que era el Ferrari más potente del mundo, crearon una experiencia de conducción única que ahora supera los límites de la imaginación porque en su versión Spider el SF90 consigue que conductor y vehículo formen un ente único, sean una misma y única cosa, el concuctor es parte del vehículo y el vehículo del conductor ¿resultado? te lo anticipábamos ya: una experiencia de conducción que va más allá de lo que nunca hayas podido soñar o imaginar.
El sonido del motor es uno de los ingredientes esenciales de esa nueva experiencia de conducción y para disfrutarlo el techo retráctil del SF90 Spider debe estar recogido; descubrirás que eso no afecta en absoluto al diseño del vehículo porque se recoge en una especie de puente levadizo que permite que el vano del motor V8 sea visible como si el techo no estuviese recogido; ¿imaginas cuánto tardarás en recogerlo? 14 segundos... y podrás hacerlo incluso con el coche en marcha.
El diseño del SF90 Spider ha sido creado y recreado en base los parámetros clásicos de lo bello y lo útil, es decir, buscando tanto la belleza estética del vehículo como la comodidad de sus ocupantes y ¡vaya si no lo han conseguido!, su perfección estética salta a la vista y en cuanto a su confortabilidad, está asegurada incluso rodando a techo descubierto.
El rendimiento del SF90 Spider merece toda nuestra atención porque su motor V8 de 780 CV y los tres motores eléctricos adicionales, dos en la parte delantera y uno atrás junto al V8, le permiten alcanzar la espectacular cifra de 1000 CV, 1000 CV de potencia que en este híbrido enchufable se traducen en un rendimiento espectacular: con cuatro modos de conducción y tracción a las cuatro ruedas pasa de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y no necesita más que 7 segundos para pasar de 0 a 200 km/h.
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