Coches

Que nos da lo mismo que este Ferrari Enzo sea negro

Sale a subasta uno de los 12 Ferrari Enzo que se pintaron en negro de los 400 fabricados. Y es tan bello como si fuera rojo... o más.

Tan sólo si nombramos Ferrari Enzo se nos pone un poco la piel de gallina. Y la mente se nos va de paseo imaginando un fugaz borrón rojo.... ¿rojo? Espera un poco. Indudablemente, el coche de las fotos es un Ferrari, un Ferrari Enzo, pero no es rojo, si no negro. De un negro bello y oculto, sin duda, pero no el color al que nos tiene acostumbrados la factoría de Maranello.

Diseñado desde Pinifarina por Ken Okuyama como sucesor de los Ferrari F40 y F50, se construyeron 400 unidades del Ferrari Enzo Ferrari -su nombre completo- entre los años 2002 y 2005, de los cuales tan sólo una docena se pintaron en negro, lo cual convierte a la unidad que va a ser subastada próximamente en una rareza que puede llegar a alcanzar un precio de 16 millones de euros en la puja.

Rareza o no, la realidad es que la belleza de las líneas del Enzo no se resienten por el tono de la carrocería. Si hemos de ser sinceros, hasta puede que le den un carácter que no tienen sus compañeros colorados. Y es que eso de ser la oveja negra de la familia -y nunca mejor dicho- tiene su atractivo.

Con tan sólo dos dueños desde que fue comprado en la localidad alemana de Kassel en 2004, y únicamente 21.500 kilómetros en sus ruedas, el Ferrari Enzo tiene toda una vida por delante. Una vida donde dejar que su V12 atmosférico de 6 litros libere sus 660 Cv y 657 Nm de par a nuestro antojo, a través de la transmisión F1 electrohidraúlica de seis velocidades que nos permitiría alcanzar los 100 km/h en menos de 4 segundos y llegar a los 350 km/h.

En realidad, llegados a ese punto, aunque fuera verde a topitos rosa... pero es que además es bello, negro, atrevido, valiente, con presencia. Y tiene las costuras amarillas en combinación con la tapicería de cuero negro. Si es que en algún momento nos llega a importar otra cosa que no sea llevarlo sobre el asfalto como si estuviéramos soñando.