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Ferrari 166 MM/212 Uovo, el Ferrari Salchicha a subasta

Sale a subasta el Ferrari 166 MM7212 Uovo, uno de los más extraños jamás construidos, pletórico de una "horripilante belleza" , según su propio creador.

En 1951, el italiano y Conde Giannino Marzotto tenía dos aficiones que le tenían absorbido: los Ferrari y los perritos calientes. La solución perfecta parecía aunar en un sólo objeto ambas aficiones, así que encargó a la factoría del Cavallino un coche con la forma de la comida que más le llenaba en el mundo, por más que fuera italiano. Así nació el Ferrari 166 MM/212 Salsiccia... ¿?¿? Bueno, por más que nos gusten las historias alocadas, esta no es cierta, aunque a la vista de las formas de este desarrollo del Ferrari 166 MM le cuadre bastante más estar inspirado en un perrito que tener algo que ver con un huevo, al menos desde estos ojos, que le vamos a hacer. En todo caso, rebobinemos y llevemos la historia a sus cauces normales. El conde Marzotto que si existió pero del cual desconocemos sus inclinaciones culinarias si que era aficonadillo a las carreras. Eso, unido a que debía ser un tipo de posibles, le permitió pedir a la Carrozzeria Fontana y a un escultor, Franco Reggiani, que diseñaran las líneas de un encargo para Ferrari que, curiosamente, le permitiera enfrentarse a los vehículos oficiales del Cavallino.

Lo de incorporar a un escultor a la tarea de diseñar un coche no era para que este fuera duro como una piedra, si no para conseguir, en aquellos tiempos de locos cacharros de cuatro ruedas, una primitiva forma aerodinámica. El resultado, y en esta ocasión si que es real, fue el Uovo, que empezó a competir integrado en la Escudería Marzotto, donde destacó enseguida, a pesar de las reticencias que su aspecto provocaba, incluso en el Conde, que lo califico de "horriblemente bello", aunque problemas mecánicos le impidieron triunfar como debiera. El caso es que el Ferrari 166 MM/212 Uovo del bueno del Conde Marzotto comenzó después una historia de idas y venidas, paso por el museo Enzo Ferrari y algún que otro evento de clásicos  incluido, hasta que desapareció de la vista hace ya dos décadas.

Después de 20 años sin ver la luz, el Salón Rétromobile de París le ha visto resurgir volviendo a causar asombro entre los aficionados como si fueran aquellos tiempos de su conde y su escultor, y será subastado por RM Sotheby’s en Monterey en el mes de agosto. Será entonces cuando las peculiares formas del Ferrari con forma de salchicha y nombre de huevo tendrán la posibilidad de conocer, quién sabe, a un nuevo Conde.

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