Era el vehículo que lo tenía todo. Proporciones magníficas, ingeniería brillante, un deportivo de carreras con raza y con un rendimiento vertiginoso que hizo del Gullwing no sólo uno de los vehículos más deseables de la década de 1950, sino uno de los vehículos más deseados de todos los tiempos y que será lanzado por RM Sotheby a subasta el próximo 13 de agosto en Monterey.
El ejemplo que aquí se presenta, es uno de los veintinueve Alloy Gullwings construido por Mercedes-Benz, cuya primer propietario fue Rene Wassermann, un entusiasta de los coches deportivos que ordenó la construcción de su nuevo Gullwing de aluminio con un conjunto de opciones especiales, incluyendo pintura especial de alto brillo blanco, interior de cuero rojo, suspensión deportiva, faros de haz... es sin duda uno de los Gullwing mejor construidos.
El coche se completó el 5 de octubre de 1955, no se sabe cuándo Wasserman lo vendió pero en la década de 1960 había sido exportado a los Estados Unidos; su segundo dueño fue Jerome Seavey, de Chicago, y el tercero John K. Scattergood III, un director en Blenheim Motors en Pennsylvania donde pasó a su próximo dueño, el político de Keystone y entusiasta senador Theodore Newell Wood.
Después de pasar por las manos de Bill Kontes y Joe Marchetti, el 300 SL fue adquirido por Leslie Barth en 1983. Barth mantuvo el coche hasta 1989. En su siguiente posesión, por el empresario y coleccionista sueco Hans Thulin, fue llevado a Stuttgart, en Alemania, a una de las instalaciones más destacadas del mundo, por sus restauraciones de Mercedes-Benz y 300 SLs en particular.
El coche fue vendido a un coleccionista alemán, quien a su vez encargó realizar una restauración completa, reemplazando cualquier parte del cuerpo de aleación de aluminio que fuera irreparable por su deterioro.
Al finalizar su restauración, el coche fue repintado en el tradicional plata de Mercedes-Benz y en su color original de cuero rojo. Como era de esperar, la calidad de la mano de obra es absolutamente magnífica, con la exquisita atención a los detalles.
Con un propietario posterior en 2002, el 300 SL fue inspeccionado por Mercedes-Benz Classic, determinando que aún conservaba todos sus componentes mecánicos originales y su tren motriz.
Después de pasar a través de un coleccionista en Suiza, el coche fue adquirido por su actual custodio, conservándolo en perfecto estado y sus 2.481 kilómetros de rodaje.
Cuenta con todas las opciones y accesorios altamente deseables para aquel que quiera un Gullwing, incluyendo el motor Sonderteile.
Para el coleccionista exigente, sería difícil encontrar un ejemplo más deseable que este coche. Es, simplemente, uno de los más codiciados y rara vez visto Mercedes-Benz en el mundo.
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