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Dallara Stradale, ese superdeportivo que se nos aparece en sueños

El Dallara Stradale es un deportivo único capaz tanto en carretera como en circuito, el excepcional resultado de la experiencia y la suma de talento.

Cada fin de semana unos 300 Dallara ruedan en competiciones en todo el mundo, desde la Fórmula 3 hasta las carreras indy americanas, Super Formula, GP2, Gp3 o en el Renault Sport Trophy. Cada Dallara es un coche de carreras excepcional. Pero la casa de Parma, de Varano de Melegari, no sólo trabaja en coches de competición, también colabora con otras grandes marcas del motor como Lamborghini, Maserati, Ferrai, Bugatti... y hace modelos de alto rendimiento para carretera como el nuevo Dallara Stradale.

El primer Dallara Stradale se le entregó al dueño y fundador de Dallara Automobili da Competizione, Giampaolo Dallara, en 16 de noviembre del pasado año, día de su 80 cumpleaños, como la culminación de un sueño, ese que llevó a Giampaolo en 1972 a fundar la compañía con la experiencia de haber trabajado para Ferrari, Maserati, Lamborghini y De Tomaso. Un sueño en busca de la excelencia. Pero ahora, una vez realizadas todas las pruebas y con el Dallara Stradale homologado para rodar por carretera, empiezan a entregarse los primeros modelos.

Para hacer realidad el Dallara Stradale han sido necesarios dos años y la colaboración de Bosch Engineering, de Pirelli, del Gran Studio de diseño de Lowie Vermeersch, de los pilotos Marco Picella y Loris Bicocchi y de veinte ingenieros y cinco mecánicos que trabajaron juntos bajo la dirección técnica del mismo Giampaolo Dallara. De tanto conocimiento y talento unido en un sólo deportivo sólo podría salir un vehículo excepcional.

El resultado es excepcional por muchas razones, no sólo por la autenticidad de sus líneas aerodinámicas, dinámicas, fluidas y elegantes, si no por toda la mecánica y tecnología que permiten a su propietario disfrutar de 400 caballos de potencia. Un chasis de fibra de carbono y materiales compuestos para la producción del monocasco y la carrocería, consiguen aligerar este deportivo hasta los 855kg, que unidos a su motor de 2,3 litros y 4 cilindros con un sistema de control automático propio que la casa ha desarrollado junto a Bosch, o los ajustes a la suspensión, aerodinámica o ergonomía desarrollados mano a mano con los pilotos italianos y el equipo de ingenieros poniéndolo a prueba hasta la extenuación en el Dallara Driving Simulator, con el desarrollo virtual CFD o en el Wind Tunnel, permiten a este deportivo de carretera competir también en circuitos soportando fuerzas laterales de hasta 2G con comodidad para el piloto.

Pero no sólo es un deportivo coupé, el Dallara Stradale se puede adquirir como un barchetta, con una configuración de roadster, o como un coupé de dos puertas con alas de gaviota. Cualquiera de ellos, en palabras del mismo Giampaolo Dallara, "resume todo lo que aprendimos de las carreras y de las colaboraciones con nuestros clientes, y estoy convencido de que quienes utilicen este automóvil podrán probar el placer de conducir por el placer de conducir. Subirán al automóvil para dar un agradable paseo y experimentar el placer de conducir". No nos cabe duda de que así es, y en todo caso a nosotros se nos asemeja mucho a ese superdeportivo que se nos aparece en sueños.

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