Cuando dentro de algunos años se cuente la historia de la introducción y la expansión de los automóviles eléctricos y de como poco a poco empezaron a verse en nuestras calles, el BMW i3 ocupará sin ninguna duda una parte importante en esas páginas como modelo pionero en esas apariciones que cada día nos sorprenden menos. No es por nada es el vehículo eléctrico líder en ventas en su categoría en todo el mundo. Páginas que se verán ampliadas este mes de septiembre con el lanzamiento de los nuevos BMW i3 y BMW i3s en el Salón Internacional del Automóvil (IAA) de Frankfurt.
Cuando el diseño de un coche obtiene un premio como el World Car Design of the Year, está claro que su aspecto exterior tiene todo lo necesario para evolucionar de la mejor manera posible. En el caso del BMW i3 y el nuevo BMW i3s, la marca bávara ha optado por resaltar la deportividad y el dinamismo, una vez ya su diseño distintivo se ha consolidado entre los conductores. El BMW i3 ve resaltada su anchura con el nuevo estilo de los faldones trasero y delantero, a la vez que los detalles en las molduras laterales tanto de forma como de color contribuyen a ese nuevo aire deportivo. En cuanto al i3s, sus detalles están aún más potenciados, diseñados de manera específica para que quede claro que es una versión aún más dinámica, como el color de las molduras de la parte baja de los laterales, o el brillo destacado en la característica parrilla de BMW que la hace destacar del conjunto. Siguen siendo BMWs, siguen siendo eléctricos, pero ahora parecen más coches y menos conceptos.
Pasando al interior, BMW afirma que el 80% de las superficies visibles están hechas con materiales reciclados o recursos renovables, entre los que listan plástico reciclados, fibras naturales y madera de eucalipto de poro abierto sin blanquear, lo que nos da una idea de la importancia dada por la marca alemana al concepto de fabricación sostenible. El diseño interior de los i3 e i3s está basado en la nueva arquitectura de vehículo LifeDrive, que nos ofrece un espacio de plástico reforzado en el que la ausencia de pilares centrales o túnel transmisión permiten una sensación luminosa de amplitud.
El nuevo BMW i3 está propulsado por un motor eléctrico síncrono que genera hasta 125 kW (170 Cv) de potencia con un par máximo instantáneo de 250 Nm, disponible mediante una transmisión automática de velocidad única, para permitirle pasar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos con una velocidad máxima de 150 km/h limitada electrónicamente. En cuanto al i3s, su motor eléctrico de alto rendimiento eleva hasta 135 kW (184 CV) la potencia y hasta 270 Nm el par máximo. La optimización de la entrega de potencia y de de la curva de rendimiento suponen una mejora de un 40% respecto a su compañero de gama, alcanzando en su caso los 160 km/h, necesitando tan sólo 7,9 segundos para llegar a ellos.
Tanto el i3 como el i3s alimentan sus motores mediante una batería de alto voltaje de iones de litio situada en la parte baja de los vehículos, que ofrece ofrece una autonomía de hasta 300 kilómetros en el i3 y de hasta 280 km en el caso del BMW i3s. Para ambos modelos existe la posibilidad de incluir un motor de gasolina de dos cilindros de 28 kW (38 Cv) Range Extender, que serviría para aumentar de manera considerable su rango de autonomía.
Los sistemas de asistencia al conductor, desde el aparcamiento a las distintas situaciones de tráfico, como el Parking Assistant, el Driving Assistant Plus o el BMW i ConnectedDrive convierten a los i3 e i3s en auténticas plataformas interactivas de conducción con el entorno, preparadas para dar el paso a la futura conducción autónoma al tiempo que ya ofrecen una experiencia de conducción completamente innovadora, de la misma manera que el Servicio de Carga Digital de BMW supone todo un cambio de enfoque sobre lo conocido hasta ahora.
¿Futuro? Es eso que tenemos delante ahora mismo.
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