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BMW i Inside Future. O como BMW alcanza el futuro de Star Trek

BMW adelanta lo que piensa para el futuro de sus coches con el BMW i Inside Future. ¿No dicen que el interior es lo que cuenta?

Seguramente, dentro de unos cuantos años, las imágenes de este artículo servirán para ilustrar una publicación, vaya usted a saber en que tipo de medio de comunicación, que hablará medio en broma medio en broma (has leído bien, las dos en broma) de lo pardillos que eramos en nuestra época (o sea, de lo pardillos que somos ahora mismo) por creer que el futuro nos traería cacharros tan desfasados como el que muestran las fotografías. Puede que eso ocurra dentro de unas décadas, porque ya sabemos que el futuro nunca termina por ser lo que era, pero de momento, nuestras pupilas y neuronas se agrandan ante conceptos como el que BMW nos presenta intentando anticipar lo que sus coches guardarán en el interior para nosotros en tiempos venideros, lo que los ingenieros de la marca alemana han presentado en el CES 2017 con el nombre de BMW i Inside Future.

Sabemos, o más bien intuimos, que algo nos presenta el futuro porque nos cuadra imaginarnos a Spock usándolo. Esto es así. Por lo que podemos ver, en el BMW i Inside Future el personaje más carismático de Star Trek encajaría a la perfección, con esas lineas simples y tonos lisos y claros no demasiado brillantes ni demasiado mates. De hecho, y aunque en este caso lo exterior sólo parece existir como envoltorio decorativo, si nos dijeran que esta es la presentación de una nueva nave para una película o serie de ciencia ficción, no nos extrañaría en absoluto. Pero vayamos a lo que BMW pretende enseñarnos, algo que para ellos, obviamente, no es ciencia ficción.

Para la marca bávara, el conductor del futuro tendrá la opción de elegir entre conducción autónoma o conducción tradicional, y el centro del sistema de conducción y de uso de las posibilidades del interior de un BMW será el HoloActive Touch, que leerá e interpretará nuestros gestos sin necesidad de que contactemos con ningún elemento físico. Por supuesto, el sistema también comprenderá las ordenes orales. Podremos manejar toda la información del vehículo que se mostrará mediante una pantalla completamente integrada en el salpicadero, la Dashboard Display, y otra flotante, la Head Up Display, ambas complementarias y que cambiarán su utilidad y apariencia dependiendo de si utilizamos la conducción autónoma, con lo que tomaría protagonismo el infoentretenimiento, o si por lo contrario tomamos nosotros mismos el control del vehículo, con lo que la información pasaría a ser la del funcionamiento (velocidad, dirección, iluminación) tradicional del vehículo.

Por otra parte, el sonido que elijamos, ya sea música, información o una llamada, llegará a nuestros oídos a través de un sistema denominado Sound Courtain, el cual sin necesidad de auriculares, conseguirá que cada pasajero personalice lo que prefiere escuchar. Por supuesto, las plazas posteriores estarán provistas de un completo sistema audiovisual, a través de una pantalla desplegable que de no ser utilizada, sirve como punto de luz ambiental. ¿Serán estos sistemas parte habitual del sistema a través del cual alguien esté leyendo estas mismas palabras dentro de 40 o 50 años dentro de un BMW que le esté trasladando al trabajo o a casa? Quién sabe...

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