En 1991 los asistentes al Tokio Motor Show, el Salón del Automóvil de la ciudad nipona, uno de las cinco grandes citas del sector, famoso por la gran cantidad de prototipos que suele mostrar, podían admirar el presentado por la marca de los cuatro círculos, el Audi Avus quattro, un concept-car superdeportivo que adelantaba una serie de características que terminaron por ser precursoras de toda una época para la marca alemana.
El Avus debía su nombre al legendario circuito berlinés creado en los años 20 y que constaba únicamente de dos kilométricas rectas y tan sólo dos curvas en sus extremos en forma de horquilla. Toda un declaración de intenciones de Audi sobre lo que pretendía con su prototipo: crear un superdeportivo que batiera récords y marcara época, a imagen de modelos como el McLaren F1, que saldría al mercado en 1992.
De entrada, el Audi Avus quattro tenía una estructura de aluminio entramado para hacerlo ligero y seguro, anticipando lo que terminaría por ser la base del Audi A8 de 1994. En cuanto al motor, no disponible en aquel Salón de Tokio, debería haber sido un V12 de 6 litros que produciría 509 CV y que le habría hecho capaz de superar los 340 km/h y de llegar a los 100 km/h en menos de tres segundos.
Aquel Avus se quedó en sueño y descansa como tal en el museo que la marca tiene en Ingolstadt, pero seguro que será mirado de otra forma si el concept que han imaginado los componentes de CT31, un grupo de diseño presente en Behance.net, y que está inspirado en él, saliera adelante.
Aunque no son más que unas imágenes y no parece haber especificaciones, a la vista está que esta segunda oportunidad llevaría con orgullo la bandera que en su día levantó el primer Avus. Quién sabe, a lo mejor en esta ocasión, segunda parte si que va a ser buena.
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