Nos cuentan desde Aston Martin que, cuando se propusieron mejorar el Rapid, tuvieron que afrontar el hecho de hacer todavía mejor y más bello y más rápido un deportivo que era ya entonces el más bello del mercado con 4 puertas. Y a base de cuidar y mimar los detalles, esos pequeños matices que por sí solos dicen tan poco y en su conjunto resultan sorprendentes, y tras una importante labor de ingeniería, han logrado el que dicen es, ahora sí, el mejor deportivo grande de Aston Martin, el más lujoso, el más rápido... ese con el que es ya un modelo de 2015.
En cuanto al diseño, los cambios parecen leves, nuevos colores por fuera y por dentro -a nosotros el blanco de interior anaranjado nos parece descaradamente elegante-, sutiles cambios en el frontal con una nueva rejilla de aluminio mate y también en la parte trasera con un nuevo perfil que mejora la aerodinámica del vehículo lo que, sumado a que el Rapid S es además un tanto más ligero que su predecesor, facilitaba el incremento de velocidad que también se buscaba.
Eso nos lleva a los cambios en cuanto a la mecánica del vehículo, la potencia tras el lujo; el Rapid S 2015 dispone del motor de nueva generación AM29 V12 que incrementa la aceleración, reduce el consumo y permite al Rapid S disponer de 552 CV con los que alcanzar una velocidad máxima de 326 km/h. Y es que con el nuevo sistema de transmisión automática la calidad del cambio de marchas -de las 8 marchas del vehículo- se incrementa así como la aceleración y la velocidad.
Se trata de un vehículo que regala una excepcional experiencia tanto a quien lo conduce como a sus tres acompañantes porque este deportivo de cuatro puertas proporciona un espacio adicional en un interior lujoso y artesanal en el que cuatro personas viajan con absoluta comodidad.
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