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Aspar Owl, el superdeportivo eléctrico japonés. Tardas más en suspirar

Un superdeportivo japonés que pasará del anonimato a la leyenda casi tan rápido como acelera, de 0 a 100 km/h en 2 segundos. El Aspark Owl.

Dicen que las promesas se las lleva el viento. Eso dicen. Al menos, claro, que las promesas alcancen los 100 km/h en 2 segundos. Eso no hay viento que lo alcance. Así que es muy probable que las promesas que nos trae desde el Salón de Frankfurt el superdeportivo japonés Aspark Owl terminen por ser verdades de esas que nos dejan con la palabra en la boca.

Porque reconozcamos que esos 2 segundos es una cifra de las que asustan, de las que convertirían a cualquier coche que lo consiga en una leyenda. El Aspark Owl ya tiene a su favor eso del origen japonés, que en lo de las historias míticas tienen un peso específico y son muy suyos, que se lo digan a los Samurais

Hablando de samurais, el exterior del Owl tiene algo de espada. Es bajo, afilado, largo, agresivo... con las cuatro ruedas destacando en su apariencia debido a su escaso metro de altura. Y como buena espada, es ligera, tan sólo 860 kg. gracias a la fibra de carbono que constituye la mayoría de su arquitectura.

Esa ligereza es una de la claves para que el Aspark consiga sus espectaculares cifras, puesto que favorece que los 435 Cv que consiguen producir sus cuatro motores eléctricos logren lanzar al Owl hacía ese par de segundos estratosféricos en la aceleración.

En el interior, lo esperado en un coche procedente del país del sol naciente y los dispositivos electrónicos de última generación. Interacción total con el conductor y control de la marcha a través de múltiples pantallas táctiles. Una posición baja del piloto compensada por la tecnología, como es el caso de los retrovisores sustituidos por cámaras de alta definición.

Poco más se sabe acerca del Aspark Owl, salvo esas cifras que nos asombran y esas imágenes que parecen confirmar ese carácter de superdeportivo que sin duda merece. Bueno, sabemos que cuando llegue de verdad, será tan rápido que lo hará en menos de lo que tardamos en suspirar por esperarle.