Volvo se ha puesto a soñar en diseño de interiores... de interiores de vehículos que es, al fin al cabo, lo suyo; su sueño tiene una base, la del interior de un vehículo de lujo, el Volvo S90 y sobre ella el sueño se hace proyecto primero y concept después.
Lo más sorprendente de la propuesta de Volvo es la desaparición del asiento del copiloto, este nuevo interior no es el clásico de un deportivo -que es siempre biplaza- ni tampoco el de una berlina -con cuatro o cinco asientos en función de su tamaño- es un nuevo interior, una nueva idea, un nuevo vehículo que es para tres; uno de esos tres ocupantes se sienta al volante y los dos que viajan en el asiento trasero disfrutan de lujos varios.
El asiento del copiloto es sustituido por un panel para ocio y disfrute de uno de los ocupantes del vehículo mientras que son los dos que acompañan al conductor los que disfrutan de la pequeña nevera ubicada entre los dos asientos traseros; el ocupante de este espacio no sólo podrá controlar lo que ocurre dentro del vehículo en la consola que se ubica frente a él sino también convertirla en su centro de trabajo.
Claro que cabe que el viaje lo sea de ocio y, en ese caso, los ocupantes del asiento trasero prefieran disfrutar el viaje brindando en un par de copas de cristal cortado a mano por el artesano sueco del vidrio Orrefors.
Volvo piensa en el interior de sus vehículos en clave de lujo y en términos hedonistas y por eso este interior de sueño lo es también de ensueño.
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