La mayoría de los mortales deben agradecer al cine el poder conocer a uno de los Ferrari más atractivos jamás construidos. En una escena de la célebre película El caso de Thomas Crown, el multimillonario Steve McQueen/Thomas Crown va caminando mientras Biff McGuire/Sandy le va sermoneando acerca de su frivolidad en el gasto. Pero Steve McQueen/Thomas Crown deja de prestarle atención ante un coche rojo oscuro aparcado en la acera, un 275 GTS/4 NART Spyder, el por entonces nuevo deportivo descapotable de Ferrari. En la película, esa cosa roja italiana ante la que se detiene McQueen/ Crown pertenecía a Vicki Anderson/Faye Dunaway, la investigadora privada de la compañía de seguros que lo persigue. El coche apareció en la pantalla poco tiempo, pero al actor principal le causó un fuerte impacto. McQueen no tardó mucho tiempo en hacerse con uno para él. Hoy, el Ferrari 275/4 NART Spyders es uno de los Ferrari más valiosos de todos los tiempos.
La historia del Ferrari 275 GTS/4 NART Spyders no comienza con Thomas Crown sino cuando el italoamericano, excampeón de Le Mans e importador de Ferrari para Estados Unidos Luigi Chinetti, insatisfecho con los 330 GTS y con los 275 GTB/4, pidió a Enzo Ferrari, al diseñador Pininfarina y al carrocero Sergio Scaglietti que construyera algunas versiones Spyder que tuviera lo mejor de los dos coches. Las construyeron entre 1967 y 1968, pagando por cada una de las diez unidades originales NART Spyder unos 8.000 dólares. El más popular, deseable y valioso descapotable de calle de Ferrari montaba la enésima versión del motor Colombo de 12 cilindros en V a 60º de carrera corta y seis carburadores Weber para 3,3 litros y 304 CV de potencia. una caja de cambios manual de cinco velocidades, frenos de disco y suspensión independiente en las cuatro ruedas, una novedad introducida por primera vez en un turismo de Maranello.
Para que no quepa duda, los únicos NART Spyder originales, los construidos para la NART -North American Racing Team-, tienen los chasis números 09437, 09751, 10139, 10219, 10249, 10453, 10691, 10709, 10749 y 11057. El primero de la serie acababa de llegar pintado de amarillo como segundo clasificado en su clase en las 12 horas de Sebring antes de ser repintado en el tono rojo oscuro con el que aparece en El caso de Thomas Crown. McQueen terminó comprándose el chasis nº 10453. El último de la serie es el que RM Sotheby’s subasta el 14 de mayo coincidiendo con el Grand Prix de Monaco Historique 2016. El número 10 de los 10 construidos. Además, curiosamente, este NART Spyder fue el último de la serie 275 construido por Ferrari y el único que no se vendió originariamente en Estados Unidos, sino en España, en febrero de 1968 a través del concesionario Tayre de Madrid, a un coronel de la legión de servicio en El Sahara. Más tarde, volvería al mismo concesionario, que lo vendió a José Segimón, rematriculado como M-3249-BP, una de esas cosas rojas italianas fotografiada en 1980 en el circuito del Jarama.
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