La historia de este Ferrari 340 America Barchetta con chasis número 0116/A comienza el 16 de junio de 1951, día en el que fue entregado a su primer propietario, el antiguo combatiente de la Resistencia Francesa y multimillonario francés Pierre Louis-Dreyfus. Su pasión, las carreras de automóviles. Y no se les debían dar mal pues, no en vano, por aquellas fechas ya había participado en dos ocasiones en las 24h de Le Mans, una primera en 1931 a bordo de un Bugatti Type 43 y la segunda en 1935, con un Alfa Romeo 8C 2300 con el que quedó segundo. En esta ocasión estaba dispuesto a conseguir el trofeo. Unos días más tarde, Dreyfus inscribió a su nuevo Ferrari 340 America en las 24h de Le Mans.
Nueve Ferrari se presentaron para competir en aquella ocasión, siendo cuatro de ellos el nuevo modelo America, un vehículo con motor Ferrari V12 Tipo 340 con tres carburadores Weber 40 DCF y 317 caballos de potencia al freno a 6.500 rpm –unos 320 CV- que montaba la impresionante carrocería tubular superleggera –superligera- inventada por el carrocero italiano Touring hacía apenas tres lustros. Corrían rumores de que este bólido sería capaz de alcanzar más de 150 millas por hora a lo largo de la recta Mulsanne, una velocidad asombrosa para la época. A la potencia del motor y a la gran rigidez y resistencia de una carrocería con muy poco peso habría que añadir un tercer factor que confirma la ambición de Dreyfus y su firme deseo por ganar, la elección de su compañero, Louis Chiron, una leyenda del automovilismo que había ganado muchos Grandes Premios por toda Europa con Bugatti. Corrieron con él en dos ocasiones pero, una por falta de combustible y otra por un fallo del embrague, en ambas tuvieron que abandonar.
Solamente se fabricaron 23 ejemplares de este bólido exclusivamente concebido para correr. Dreyfus se desprendió de su Ferrari 340 America Barchetta con chasis número 0116/A y desde entonces fue pasando de mano en mano, René Marchand, Charles Pozzi, Maurice Teisserenc, Jacques Alexander Lenglet, incluso formó parte de las joyas que el coleccionista francés Pierre Bardinon guardaba en el Chatau Mas du Clos. En los últimos años regresó a Italia, a Módena para su restauración y a manos de Giuseppe Medici primero y de Ennio Gianaroli después, que lo presentó a varios eventos como la Mille Miglia, el Gran Premio Nuvolari, la Coppa d’Oro delle Dolomiti y el Concorso d’Eleganza Villa d’Este. Recientemente, esta verdadera joya del automovilismo mundial ha sido restaurada completamente para devolverla a su estado original de 1951 y para continuar siendo bienvenido en todos los encuentros de vehículos históricos importantes del mundo, incluido por supuesto el Le Mans Classic.
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