Al nombre de Samotracia viene a nuestra memoria la imagen de una escultura magnífica, la Victoria encontrada en la isla Griega Samotracia, de ahí su nombre, una figura de mujer esculpida en mármol que, gracias al uso de la técnica de paños mojados, parece vestida por una túnica de tul; esta escultura, que puede verse actualmente en el museo del Louvre, nos recuerda la maestría de Miguel Ángel, tal era su dominio del mármol que cuando dio por terminada la escultura de Moisés le dio un golpe de martillo en la rodilla exigiéndole que hablara... era lo único que le faltaba a su Moisés para parecer humano; así nos parece también que la túnica que envuelve la Victoria de Samotracia va a comenzar a moverse en cualquier momento al antojo del viento y lo cierto es que, aunque eso no ha ocurrido ni ocurrirá jamás, es la idea de su creador puesto que esta escultura estaba pensada para ser colocada en la proa de un barco.
Explicado el nombre de esta moto, se entiende mejor por qué nos parece una moto muy femme; Samotracia es una moticicleta de cobre que se oxidará de modo natural con el paso de los años cambiando el color de sus partes exteriores que son además de diseño puramente escultórico y geométrico, su interior en cambio es tecnológico y regala a quien viaje en ella una nueva experiencia de velocidad.
Mario Trimarchi es el culpable de este excepcional diseño de la firma De Castelli, una motocicleta que aspira a ser centenaria y que con el paso del tiempo irá modelando su color gracias a la oxidación natural del cobre.
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