Le debemos los picnics a la Inglaterra medieval y a los grandes banquetes del renacimiento. Botero, Manet e incluso Goya, lo utilizaron como tema principal para alguno de sus cuadros, aunque nada de comidas copiosas, por aquí se popularizaron más los encuentros con alimentos más ligeros.
Comer al aire libre, disfrutar del paisaje, dar un paseo y tumbarte en el césped sobre una manta, es parte del protocolo de estas excursiones silvestres. Claro que ligado a este concepto están el transporte y la típica cestita de mimbre.
Pues bien como todo evoluciona y también todo tiende al green thinking, alguien apellidado Bobbe, de nombre Jeriël, y de origen alemán, desarrolló Springtime. Un proyecto que reconceptualiza la cesta y elimina la manta, porque no todo el monte es orégano, y los terrenos escarpados están ahí.
Una mesa, dos sillas y un espacio amplio para almacenar alimentos, platos, vasos y cubiertos, que se podrá adquirir a través de bloondesign , sin superar los 310 euros, con opción customizable, y lo mejor de todo, adaptada para bicicletas.
Y si como ellos dicen "la vida es un picnic", nosotros parafraseando a Calderón, añadimos y los picnics, picnics son. Just enjoy.
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