El velocípedo de los Mesiceks en MAD Gallery.
Bicicletas

El velocípedo de los Mesiceks

Lo vintage está de moda incluso en las bicicletas.

La Galería M.A.D. de MB&F en Ginebra es uno de esos lugares de ensueño, belleza y magia en el que descubrir de qué es capaz la creatividad que, en mayor o menor medida, todos poseemos.

El arte es a veces innovador y vanguardista y otras bebe de fuentes pasadas inspirándose en lo que un día fuimos y creamos; fruto de este viaje sobre nuestra propia historia son los estilos vintage que tanto nos gustan por su calidez y evocación romántica, estilos como el de esta bibicleta que es, en realidad, un velocípedo de dudosa comodidad e incuestionable belleza.

Los velocípedos fueron precursores de las actuales bicicletas y su vida fue breve, poco más de una década, pero permanecen como esencia viva de lo que ha sido el transporte sobre dos ruedas; y decimos bien, historia viva, asunto éste del que se han encargado los Mesicek.

En la Checoslovaquia comunista de los 80 no había mucho de nada salvo de la posibilidad de crear y hacer, a esa posibilidad se aferró Josef Mesicek y restauró el primero de sus velocípedos, tras esta restauranción creó uno de cero, el primero, y tras éste otro... y así hasta que el club de bicicletas de Kyjov contó con velocípedos para todos; de modo natural, casi inconsciente, Josef convirtió su pasión en su medio de vida y traspasó a su hijo ese modo de sentir.

Así, Zdenek Mesicek reconoce, a sus 36 años, que no recuerda haber construído otra cosa más que bicicletas. Creación suya es el velocípedo que luce orgullosa la galería M.A.D. de MB&F, tan artesanal, cuidado y hecho a mano como todos los que salen de su casa y sus manos porque los Mesicek mantienen las técnicas y la calma de siempre que los lleva, también siempre, a la creación de velocípedos únicos y perfectos.

Y... ¿cómo son los velocípedos Masicek? baño de niquel en palancas de frenado, bujes, pedales, manivelas y manubrio que se remata con agarraderas en madera de cerezo; asiento de cuero y llantas de 71 a 56cm para el frente; el más grande de los velocípedos no supera los 14 kilos, disponibles en una interesante variedad de colores y con una serie de accesorios encantadores como la réplica de una lámpara de aceite a pila, una campana, corneta, soporte de bolso en el manillar y el siempre útil kit de herramientas.

La galería M.A.D. de MB&F nos traslada en el tiempo y despierta en nosotros el encanto de un paseo de domingo y primavera en bicicleta... o velocípedo.

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