Concept 1865, el e-velocípedo. 3
Bicicletas

Concept 1865, el e-velocípedo

Conceptos del siglo XIX para materiales del siglo XXI.

En el año sin verano de 1816 las cosechas no prosperaron en Europa y muchos agricultores tuvieron que sacrificar a sus caballos a causa de la hambruna. Era lógico que en el corazón de Europa Karl Drais inventara una máquina, la Draisine, en la que las piernas de sus usuarios generaban la fuerza motriz. La Draisine pronto se hizo muy popular entre los miembros más jóvenes de la nobleza, de ahí que también se la llamase Dandy Horse-, pero rápidamente se corrió la voz de que montarla era hobbie incómodo, peligroso y propio de ricos. No fue hasta 1861 cuando Pierre Michaux y su hijo Ernesto, mejoraron la Draisine inventando el velocípedo, perfectamente reconocible por sus ruedas de diferentes tamaños, que dieron a conocer en la Exposición Internacional de París de 1867.

Ahora, con su Concept 1865, la multinacional BASF, en colaboración con el estudio de diseño DING3000,  rinde homenaje a esa época y se ha embarcado en un experimento sin precedentes, la reconstrucción de un velocípedo del siglo XIX fabricado con los compuestos plásticos más avanzados y modernos de BASF, como una e-bike del siglo XXI.

Técnicamente, el Concept 1865 se adelanta a su tiempo porque, con su rueda delantera de 39 pulgadas y su trasera de 24, sólo los frenos, los ejes y el motor están hechos de metal. El resto de esta moderna e-bike está fabricado con veinticuatro componentes innovadores de BASF, materiales que con seguridad pasaran algún día a primer plano a medida que avance la electromovilidad, sin necesidad de reinventar la bicicleta y mucho menos la rueda.

El prototipo de velocípedo Concept 1865 cuenta con la asistencia al pedaleo de una batería, oculta en asiento desmontable. Sin él, la silueta del velocípedo sigue siendo igual de elegante. La óptica, por supuesto hecha de un material transparente que no amarillea, LED embutidos en la horquilla. De igual forma, el resto del velocípedo utiliza soluciones plásticas de poliamida y otros compuestos ultrarresistentes en sustitución del metal. Por supuesto, esto se aplica incluso a bielas y pedales, elementos que están expuestos a grandes fuerzas compresivas y con fuerte resistencia a la tracción, y a los neumáticos, fabricados para que no sea necesario el mantenimiento. Por supuesto, sin cadena y directamente a la rueda delantera. Como en el siglo XIX.