He de reconocer que nos ha quedado un título muy propio, aunque bien podríamos haber escrito: Avionics V1. La motocicleta que susurraba a las bicicletas. Porque con la llegada masiva de los motores eléctricos a las bicicletas, estas van ocupando espacios que hasta ahora eran ocupados por las motocicletas. La Avionics V1 es en realidad un ciclomotor, en el que la presencia de los pedales es más una opción que una utilidad.
Lo que está fuera de toda duda es que ya sea más como una bicicleta que como una moto, o viceversa, la Avionics V1 nos va a enamorar por su belleza, por sus líneas retro inspiradas en las motocicletas clásicas, sus detalles en madera, su cuadro oscuro, sus ruedas anchas, la luz trasera incorporada al sillín. Es como captar lo esencial del espíritu de los primeros pilotos. Es una bicicleta de motociclista pionero. O algo así.
La Avionics V1 es el feliz resultado de sumar la creatividad, imaginación y pasiones de Jaromir Dziewic y Bartek Bialas, dos jóvenes polacos que han logrado mezclar tecnología, clasicismo, ecología y eficacia en una máquina que es tan bella como útil. Y es que la V1 -y esperemos que ese 1 sea sólo el principio de toda una familia- puede alcanzar los 58 km/h gracias a su motor de 5 kw, alimentado por una batería de iones de litio de 24 Ah que la proporciona una autonomía máxima de 120 km, ni más ni menos. Más que suficiente para ser toda una opción en la mayoría de sus escenarios posibles de uso.
Además de sus prestaciones, la Avionics monta llantas de 26 pulgadas en las cuales nos encontramos frenos de disco, lo que añade la seguridad a sus principales características, que en su conjunto nos hace inevitable el imaginarnos montados en ella mientras perseguimos cualquier atardecer perdiéndonos sin que tengamos ninguna intención de que vengan a buscarnos.
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