París, 20 de marzo de 1869. La Magasin d'Éducation et de Récréation publica la primera entrega de una historia fantástica narrada por el biólogo y profesor Pierre Aronnax, ilustre y obligado pasajero del Nautilus, el submarino del Capitán Nemo. Así comienza una de las aventuras más leídas de la historia, primero por entregas y después, ya en 1971, en un único volúmen doble. Son las 20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne.
Y si eres de los apasionados por esa novela, sin duda te atraerá sobremanera el vehículo que os presentamos hoy porque se trata de un submarino que, si bien no se parece al de Capitán Nemo más que en su capacidad de viajar bajo el mar, te permitirá recorrer el fondo marino en compañía de un par de amigos. ¿Tentador? estamos contigo, lo es...
Este pequeño gran submarino es algo así como una embarcación de recreo y de paseo que, además de navegar por la superficie del mar o del océano, lo hace también bajo ella; cabe que, si eres de los amantes de este tipo de vehículos, tan solo a la vista de las imágenes de este submarino hayas pensado en el 'sleeping beauty', el sumergible monoplaza diseñado por el ejército británico durante la II Guerra Mundial, y es que fue precisamente ese sumergible el que inspiró el lujoso triplaza con el que nos tienta la compañía holandesa Ortega Sumersibles.
El Mk 1c, que puede navegar tanto por la superficie como sumergirse hasta los 95 metros de profundidad, viaja propulsado por dos motores eléctricos de alta potencia que le permiten alcanzar los 9 nudos de velocidad en la superficie y 11 sumergido; está completamente equipado y dispone de la última tecnología al servicio de sus tripulantes además de una bodega de 450 litros.